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Documentos intervenidos a Mikel Antza detallan los planes de ETA para abandonar las armas

Documentos incautados al ex jefe político de ETA Mikel Albizu, Mikel Antza, tras su detención en Francia el 4 de octubre de 2004, revelan los detalles de un plan para el abandono de las armas por parte de la banda. La organización terrorista condicionaría el final de la violencia, según esos papeles, a que los Gobiernos español y francés admitieran el derecho a la autodeterminación del pueblo vasco, la unificación como Euskal Herria de las siete provincias (tres de Euskadi, tres francesas y Navarra) y a que las Fuerzas Armadas y la propia ETA se pidieran perdón. Antza escalonaba su plan a través de un largo proceso negociador con los Gobiernos español y francés que se prolongaría hasta el año 2012.

Un informe elaborado por los servicios españoles el 26 de mayo de este año resume la hoja de ruta de Antza
ETA condicionaría el final de la violencia a que los Gobiernos de España y Francia admitieran el derecho de autodeterminación
La policía francesa requisó al ex jefe político etarra su plan negociador en octubre de 2004, cuando lo detuvo
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En los planes del que fue máximo jefe de la banda hasta su detención figuraba un "alto el fuego indefinido" que se produciría en 2008, tras lograr previamente una amnistía total para los más de 570 presos de ETA que hay en España.

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El calendario negociador de Antza se ha extraído de la documentación incautada por la policía francesa en la operación que permitió la detención del entonces considerado número uno de la banda terrorista. Hace algunas semanas, esa documentación, bajo custodia de la justicia francesa, fue conocida por los servicios de información de las fuerzas y cuerpos de seguridad españoles, que el 26 de mayo último elaboraron un informe que resume la hoja de ruta de Antza.

"Abrir la intermediación"

Según ese calendario, el proceso negociador debía iniciarse en 2004. Ese año, bajo la rúbrica "abrir la intermediación", el dirigente etarra anotaba unos primeros contactos del PNV y del PSE (Partido Socialista de Euskadi) con Batasuna. La documentación incautada señala que a mediados del año pasado se habría producido un contacto indirecto con el Gobierno a través de Batasuna.

Con posterioridad, según la documentación, se institucionalizarían dichos contactos indirectos a través de Batasuna con el Ejecutivo español, y con el "apoyo" del Gobierno francés. Y en diciembre de 2004 (la nota fue intervenida antes de esa fecha) ETA tenía previsto establecer un contacto directo con el Gobierno español a través del frente negociador.

Por otro lado, el Foro de Debate Nacional (órgano impulsado por Batasuna y en el que participan todos los partidos y sindicatos nacionalistas a excepción del PNV) tenía como cometido para ese año desarrollar dinámicas preparatorias de una "Mesa de Diálogo" entre los diferentes partidos vascos.

Este año, 2005, según las previsiones de los papeles de Antza, ETA declararía un "alto el fuego temporal" y, a cambio, el Gobierno debería realizar una declaración de intenciones similar a la de Downing Street, suscrita en diciembre de 1993 por los jefes del Gobierno británico, John Major, e irlandés, Albert Reynolds, que supuso el inicio del proceso de paz en Irlanda del Norte.

Según las notas de Antza, una vez oficializado el proceso negociador mediante esa declaración, el Gobierno español debería acordar "el acercamiento de presos" y la "legalización de Batasuna", así como "minimizar los efectos del sumario 18/98" que instruyó el juez Baltasar Garzón contra lo que consideró "el entorno de ETA" y por el que cerró Egin y desarticuló el supuesto aparato financiero, internacional y político de la banda terrorista.

El calendario elaborado por Antza establece también para el año en curso los primeros contactos con las autoridades francesas bajo la fórmula de "abrir la intermediación del Partido Socialista Francés". Y como muestra de buena voluntad exigida por la banda, el Gobierno francés debería acercar a los presos etarras a cárceles próximas a España. Fuentes de la lucha antiterrorista francesa aseguran que no se ha producido ninguno de estos pasos.

La mesa de partidos

En este año, el Foro de Debate Nacional debía constituir ya la mesa de partidos para "la resolución del conflicto". Otro reto que planteaba el jefe de ETA para 2005 era "alcanzar el primer acuerdo político entre Batasuna, agentes socialistas abertzales de izquierdas y los sindicatos LAB y ELA".

Bajo la cobertura del "alto el fuego temporal" planteado el año anterior, ETA exigiría en 2006 el "reconocimiento del derecho de autodeterminación" para "Euskadi y Navarra". Y el plan Antza programaba que en ese año se alcanzaría el Segundo Acuerdo Político, con el apoyo ahora de PNV y Ezker Batua.

Según los planes del ex jefe político de ETA, el Gobierno español concedería al año siguiente (2007) una amnistía a los presos con determinados delitos -no precisaba cuáles-, con lo que se avanzaría hacia su sempiterno objetivo de "presos a la calle".

El plan Antza dibujaba un proceso que debía desembocar en un acuerdo similar al de Stormont, en alusión al pacto firmado en abril de 1998 entre los partidos del Ulster, refrendado por Londres y Dublín, que estableció la autonomía norirlandesa y consolidó el alto el fuego del IRA y los paramilitares unionistas. En dicho proceso deberían intervenir los firmantes del primer y segundo acuerdo y, además, el PSE, el Partido Socialista de Navarra y el Partido Socialista Francés.

La documentación incautada en octubre pasado a Mikel Antza recogía que el año siguiente, 2008, ETA declararía "el alto el fuego indefinido". A cambio, los terroristas deberían obtener ese año una amnistía que alcanzase ya a todos sus presos en España (más de 570 en la actualidad). Curiosamente, el plan Antza no preveía exigir igual medida de gracia para los más de 150 etarras presos en Francia. Del Gobierno francés, en cambio, la dirección etarra esperaba para ese año el "reconocimiento del derecho de autodeterminación para el País Vasco francés".

Y respecto a las elecciones generales que se producirían en 2008, el plan del dirigente etarra apuntaba: "Las fuerzas políticas vascas se presentan bajo una única candidatura". Dentro del escenario del plan Antza para ese mismo año, las Fuerzas Armadas españolas, francesas y la propia ETA se pedirían perdón mutuamente por los actos cometidos durante los años de conflicto. "Perdones por las dos partes", según la fraseología etarra.

Para el siguiente año, 2009, el documento de Antza sólo incluía un objetivo de gran calado: se constituiría un "órgano común" entre Euskadi y Navarra, con lo que quedarían ligadas ambas comunidades autónomas, sin más precisiones sobre las implicaciones jurídicas o políticas de este proyecto.

Euskadi-Navarra

En 2010, el calendario de Antza sólo plasmaba como tareas de ETA "profundizar" en el proceso de negociación con los Estados español y francés y que el Foro de Debate Nacional continuase "acumulando fuerzas" en torno a las propuestas etarras.

Un año después, 2011, el itinerario político del jefe de ETA preveía que se constituyese un "órgano común" entre la comunidad nacida de la fusión Euskadi-Navarra con el País Vasco francés. Tal revolución geopolítica la resolvía el dirigente etarra simplemente aludiendo a un concepto que no detallaba más: "territorialidad", y que machaconamente repetía cada vez que planteaba los hitos de su recorrido hacia la fusión de las siete provincias que considera integrantes de Euskal Herria.

En su crónica de la evolución final de ETA, el plan Antza acababa en 2012, el año "de la reparación histórica". El año en que se ejercería el derecho de autodeterminación en toda Euskal Herria (Euskadi, Navarra y País Vasco francés). Ningún otro dato daba Antza sobre el punto final a la violencia de ETA, lo que Batasuna, en la descripción del proceso defendida en su propuesta de Anoeta, definía como "la desmilitarización del conflicto". Ningún plazo de entrega o destrucción de su arsenal, ni qué salida dar a sus comandos.

Policías franceses trasladan a Mikel Antza en el aeropuerto de Biarritz el 5 de octubre de 2004.
Policías franceses trasladan a Mikel Antza en el aeropuerto de Biarritz el 5 de octubre de 2004.ASSOCIATED PRESS

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