Galicia abre nueva etapa política con una socialista como presidenta del Parlamento
Política lingüística, medios públicos y cajas de ahorro retrasan el acuerdo de gobierno
"El cambio empieza mañana", proclamó ayer el candidato socialista a la presidencia de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, para subrayar el significado de la sesión inaugural del Parlamento gallego, que se celebra hoy. Desde hace un cuarto de siglo, todos los presidentes de la Cámara autónoma habían sido hombres y de adscripción conservadora. Desde hoy, la presidirá una mujer socialista, Dolores Villarino, la imagen simbólica de la nueva etapa política que se abre en Galicia con el inminente Gobierno de coalición entre el PSdeG y el BNG.
Socialistas y nacionalistas confirmaron ayer que, a pesar de que su acuerdo aún no está completamente cerrado, la alianza se hará visible en la elección de la Mesa del Parlamento. Después de que los líderes de las dos formaciones, Pérez Touriño y Anxo Quintana, pactasen el reparto de carteras en la Xunta, el BNG consentirá en respaldar a la candidata del PSdeG para presidir la Cámara y logrará a cambio la vicepresidencia primera de la Mesa. Los dos primeros puestos en la jerarquía parlamentaria serán para mujeres. Touriño despejó ayer sus dudas y finalmente eligió a Dolores Villarino, que era también una de las aspirantes a entrar en el Gobierno. Los nacionalistas aún no habían confirmado al cierre de esta edición su candidata para la vicepresidencia.
Una vez que se constituya el Parlamento, las comisiones negociadoras de los dos partidos volverán a reunirse para tratar de concluir el acuerdo. El esquema global del Gobierno está definido (con Quintana como vicepresidente, ocho consejerías para el PSdeG y cuatro para el BNG), pero aún quedan algunas cuestiones vidriosas por resolver, especialmente la gestión de la política lingüística y de los medios de comunicación.
Los nacionalistas quieren que la promoción del gallego, ahora en el departamento de Educación, pase a Cultura, cartera de la que se encargará el BNG. También piden que la televisión y la radio autonómicas sigan dependiendo de esa consejería. Los nacionalistas exigen una gestión compartida en los asuntos de comunicación, tanto en lo que concierne a los nombramientos para los medios públicos como en la revisión de la política de masivas ayudas económicas a los privados que ha distinguido al Gobierno de Manuel Fraga.
Partidismo en los medios
Quintana aseguró ayer que, en cualquier caso, el Ejecutivo se compromete a que en un año esté aprobada una nueva ley que establecerá la elección por una mayoría parlamentaria de dos tercios del director general de la televisión y la radio autonómicas para, de ese modo, "acabar con el partidismo de los medios públicos".
En la discusión sobre el programa de Gobierno está sin solventar otro asunto espinoso, las relaciones con las cajas de ahorros. Los nacionalistas quieren modificar la ley para imponer que esas entidades financieras reinviertan en Galicia una parte de sus beneficios, una propuesta a la que es muy reacio el PSdeG.
En sendas entrevistas radio-fónicas, Touriño y Quintana empeñaron ayer su palabra para asegurar que el futuro Ejecutivo no será una amalgama de dos Gabinetes paralelos. "Habrá un equipo de trabajo con una responsabilidad mutua y compartida", dijo el líder socialista en Radio Nacional. "Aunque estará integrado por dos partidos, será un solo Gobierno sin adjetivos y con un presidente a la cabeza". Quintana coincidía en la cadena SER: "Habrá un único presidente y un único vicepresidente. Será un Gobierno conjunto, no un Gabinete del PSOE apoyado por BNG ni un Gabinete del BNG apoyado por el PSOE. Los que temen dos Gobiernos no están preocupados por eso, sino por que no haya un Gobierno del PP".
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