El grupo Ya Te Digo exprime las guitarras en su tercera entrega discográfica

Ya Te Digo vuelve a confiar en la distorsión de sus guitarras para sustentar un nuevo disco. Se titula Kill switch (Astro Discos) y es un trabajo de rock intenso, muy del gusto de la parroquia indie, que les ha dejado plenamente satisfechos ("¡nos chifla!"). Ven en él claras diferencias con sus obras anteriores: Unruhe, su primer larga duración, y Doppler, doble álbum compartido con el grupo catalán 12Twelve en el que incluían seis temas.

"La base es la misma, evidentemente, solo que los ingredientes han sido otros; el hecho de jugar con dos guitarras te cambia el sonido y el planteamiento", asegura el bajista Juanjo Pedrero aludiendo al la conversión del trío en cuarteto con la incorporación de un segundo guitarrista. El nuevo repertorio es "más oscuro y venenoso que lo grabado anteriormente", añade.

Kill switch se grabó en Cádiz, en el estudio regentado por Paco Loco, componente de Australian Blonde y gurú del indie y del noise pop español, quien también se encargó de la producción. La mezcla final, sin embargo, es responsabilidad del estadounidense Eli Janney, miembro de Girls Against Boys. Ambos han dejado su huella.

La prensa especializada recurre a distintas etiquetas para explicar al lector qué se va a encontrar en este trabajo del grupo bilbaíno. "¿Noise pop? (así lo definen ellos mismos en la revista MonsoSonoro) ¿Post punk? (así lo presenta su discográfica) ¿Post rock? ¿Indie rock? A veces flipamos con la prensa. A veces pienso que no se escuchan los discos. La música es música, no es moda, ni tendencias. O te gusta o no", sentencia Pedrero.

El disco, de presentación austera, no reproduce en papel las letras de los temas, cantados en inglés con voz en ocasiones muy tratada, pero el músico se muestra también contundente al explicar de qué tratan. "Nos inspira la vida, las cosas que nos pasan, nuestros sentimientos, nuestra forma de ser, nuestro trabajo, nuestra educación, nuestros amigos, novias, familia... Y creemos que no hace falta entender las letras para crear una sensación o un sentimiento determinado. La voz, la interpretación, la música, lo hacen perfectamente", expone el bajista de este "grupo de guitarras" que ganó el concurso Villa de Bilbao en 2000.