En agosto, todos a la playa
Mar, chiringuitos y las ofertas más tentadoras del verano
En verano y en el país de las playas, la distancia entre lo que anhelamos y lo que tenemos es minúscula. Crecen el turismo cultural y rural y las vacaciones activas, pero la gran mayoría del turismo nacional y extranjero se sigue decantando por las vacaciones junto al mar. La primera industria española. El ocio solar. Éste va a ser un buen año para ese 75% de plazas hoteleras encuadradas dentro del segmento sol y playa. El arenoso y abancalado producto suma 2.000 kilómetros de arena en los que se genera un gozoso ambiente para los sentidos.
Banderas azules
La nomenclatura deja una ristra de nombres curiosos. Santander es una excelente cantera. La playa de Biquinis, por ejemplo, apoyada en la península de la Magdalena, recuerda a las estudiantes extranjeras que primero lucieron esa prenda en las entonces pacatas costas españolas
En el terreno deportivo, si hay un lugar para los caballos, ése es la playa. Las competiciones hípicas son en agosto una buena excusa para ir a Sanlúcar de Barrameda
Hay un arenal para cada idiosincrasia, empezando para quienes hacen suya la máxima de Hommer Simpson: "Todo lo que esté a más de 12 pasos no merece la pena". A los mitómanos del personaje de los dibujos animados cabe recomendarles la lista de 478 banderas azules (www.blueflag.org) que ondean esta temporada en España. Los servicios y el fácil acceso son un reclamo capital para infinidad de familias que prefieren contramodelos de playas naturales por la comodidad que procuran. La Caleta del cabo Roig (Orihuela, Alicante) tiene como atractivo lo cerrado de su morfología -los niños no tienen escapatoria-, y los padres pueden relajarse gracias al espontáneo cuidador de coches y a las cajas de seguridad (un euro diario) fijadas junto a las sombrillas. Otras banderas azules ondean en el Arenal-Bol (Calpe, Alicante), un tributo estético al peñón de Ifach, y en la playa Cristal (Mont-roig del Camp), quizá la mejor bandera azul de Tarragona por su anchura y oferta gastronómica. Al norte de Mallorca, la playa de Muro disfruta de la bahía de Alcudia.
Belleza litoral
Un buen indicador de conservación: donde veranean los hippies y suenan los sonidos de bongos y djembes, allí reina la beldad litoral. Como en la cala de San Pedro. Característica de este marco idílico al norte del cabo de Gata, es una de las últimas comunas europeas, a la que se accede tras cubrir cinco kilómetros desde Las Negras (Níjar, Almería). Con apropiados matices se presenta la playa de Diego Hernández, próxima a la expansión turística de Tenerife. Se accede caminando 25 minutos desde La Caleta (Adeje). Allí, gentes que propugnan un modo de vida alternativo levantan cabañas entre arena y desnudas rocosidades dignas, como diría Josep Pla, de goces robinsonianos.
Paisaje acantilado
Los Caños de Meca (Barbate, Cádiz) gozan del aprecio y reconocimiento por parte de surfistas, neohippies y naturistas que disfrutan en los alrededores del cabo de Trafalgar, cuyo bélico bicentenario acontecerá el próximo 21 de octubre. En la línea de playas, la del faro está plagada de corrientes, por lo que los surfistas acuden a El Palmar (Vejer de la Frontera), mientras que los naturistas toman como referencia la torre de Castilnovo, en Conil de la Frontera. Para llegar a pie a los caños -pequeños manantiales que se deslizan por el acantilado- es preceptivo acudir en bajamar, al igual que ocurre con la playa de Las Catedrales (Ribadeo, Lugo), concebida como una obra de arte en sí misma.
En las salineras del Mar Menor (Murcia) es costumbre tomar los barros. También en la menorquina cala Pilar (Ciudadela). Ésta cumple las mismas expectativas gracias a sus paredes arcillosas, sólo que en un paraje natural inmarcesible del norte de la isla. Se accede a pie desde Els Alocs. Los acantilados arañan asimismo en cala Fonda (Tarragona capital), la playa virginal de mayor contundencia icónica entre Castellón y la Costa Brava. En cuanto a calas gerundenses, ninguna como la homónima cala Fonda (Begur) recomendada por el periodista Josep Playa: "Me gusta por su tranquilidad. La mayoría es comodona, no le gusta bajar escalones y prefiere Aiguablava".
Baños y nombres curiosos
La nomenclatura nos deja una ristra de nombres curiosos, que se ven acompañados con calas de tronío. Santander es una excelente cantera. La playa de Biquinis, por ejemplo, apoyada en la península de la Magdalena, recuerda a las estudiantes extranjeras que primero lucieron esa prenda en las entonces pacatas costas españolas. A la vista está la playa de los Peligros, por el fácil arribo que representaba para los piratas. Y la del Camello luce una roca que, en efecto, parece labrada por un escultor. Respecto a otros nombres, ¿quién fue el Senyor Ramon (Santa Cristina d'Aro, Girona), del que toma su nombre una de las calas más sugerentes de la Costa Brava? (acceso en coche: ocho euros). Nada se sabe. La corrupción lingüística del nombre de un almirante al parecer dio lugar a la playa de Cabrón (Agüimes, Gran Canaria), cuyo medio marino sumergido fue elogiado por el oceanógrafo Jacques Cousteau.
Hay playas alusivas a los Locos lo mismo en Torrevieja (Alicante) -tranquila, urbana- que en Suances (Cantabria), semiurbana y copada de surfistas.
Fruto de la coincidencia, existen calas de los Frailes en los confines de la costa norte, sea Baiona (Pontevedra), preciosa a los pies del parador; sea Hondarribia (Guipúzcoa), escondida bajo el faro. La de los Jesuitas tiene carta de naturaleza en Pilar de la Horadada (Alicante). Pero ninguna iguala a la enlutada playa de las Monjas, al lado de Puerto Naos, uno de los microcosmos nudistas de postín en La Palma (Canarias).
Colores, náutica y fútbol
En cuanto a colores, Canarias se lleva la palma. Muchas de las playas de arena negra volcánica se forman sólo en verano. Lo bermejo de la playa de El Verodal (El Hierro) es sorprendente, como el dorado de Las Teresitas (Santa Cruz de Tenerife), colmada de dunas saharianas.
Las Salinas (Ibiza). He aquí un playón curioso, inusitado, tanto por su valor natural como por sus chiringuitos musicales. Futbolistas de élite, millonarios y modelos restauran su maltratado cuerpo con aguas y zumos. Y a los que fondean el yate frente a dos chiringuitos sale a tomarles el pedido un camarero en lancha rápida. Para asedio náutico, el que sufre Ses Illetes (Formentera) por una flota que algunos días supera las 400 embarcaciones.
En el terreno deportivo, si hay un lugar para los caballos, ése es la playa. En agosto, las competiciones hípicas son una buena excusa para conocer Sanlúcar de Barrameda (www.carrerassanlucar.com). Los arenales del Guadalquivir no son los únicos en combinar equinos y bajamares: ahí está Loredo (Ribamontán al Mar, Cantabria), con sus carreras de purasangres y de volquetes.
El fútbol es otro hilo conductor. Playas de Pájara no es un paraje para distraídos, sino un equipo de fútbol del municipio con mayor longitud costera de España. En Pájara, las playas de la península de Jandía (Fuerteventura) desafían cualquier intento de explicación. Ocupan sendas bandas del istmo arenoso, según se prefieran fondos turquesas y aguas tranquilas -sotavento- o costa salvaje -barlovento.
El equipo de fútbol-sala Playas de Llanes promociona el más turístico concello asturiano. Hay que recurrir a la fantasía para describir la llanisca Gulpiyuri, abertura arenosa entre los prados desde donde no se atisba el Cantábrico, pero se siente el pulso del mar.
El Playas de Castellón promociona una costa eminentemente urbanizada, pero en la que quedan oasis. El frente pedregoso de La Renegà (Oropesa del Mar) se ve compensado con un manto de vegetación síntesis de paisaje mediterráneo.
Con historias
Las playas también han servido a modo de pistas de aterrizaje. Dos maniobras hicieron historia. En La Concha de San Sebastián, el dirigente nazi León Degrelle logró aterrizar, allá por 1945, buscando el amparo del Gobierno franquista. Otro planeo forzoso aconteció en 1929 en la playa de Oyambre (Valdáliga, Cantabria). Un deteriorado monolito, al que salpican las olas en pleamar, rememora el aterrizaje del Pájaro Amarillo, aparato que cubría el segundo vuelo transoceánico directo entre Estados Unidos y París, y que debido al exceso de peso ocasionado por un polizonte tuvo que tomar tierra.
En la playa de Los Muertos (Almería), que tiene mucho de paradisíaca en su belleza rectilínea, tradicionalmente se hallaban los ahogados de Carboneras. Bajo el nombre de Muerto se abren rincones naturistas en Almuñécar (Granada) y Sitges (Barcelona), el primero, semiurbano; en el último, el Hombre Muerto, hace furor el ligue gay. Ramón Sampedro, la persona que más ha hecho en este país por el derecho a morir dignamente, quedó tetrapléjico tras zambullirse en la piscina rocosa de As Furnas (Porto do Son, A Coruña). La zona es, además de por su carga emotiva y su belleza paisajística, notable por sus alrededores: las lagunas de Xuño, el puente medieval o el chiringuito Boca do Río, donde espera un atardecer impresionante. Una discreta lápida cubría ya en vida la memoria del inspirador de Mar adentro.
ALOJAMIENTOS DE ÚLTIMA HORA CERCA DEL MAR
A MENOS DE 15 DÍAS DE AGOSTO, los veraneantes rezagados todavía pueden encontrar un alojamiento cerca de la playa. A continuación, algunas direcciones de Internet que sirven de ayuda.
- www.rentalia.com. Además de incluir un ranking de las mejores playas españolas, esta central de reservas de apartamentos y casas de vacaciones incluye un buscador de casas de vacaciones y apartamentos con plazas libres en agosto. Por ejemplo, una casa rural con jardín en Arona (Tenerife), entre 60 y 80 euros por noche (para dos o cuatro personas), y apartamentos para dos, tres o cuatro personas en Ibiza, a 113 euros la noche.
- www.villapolis.com. Con una base de datos de 5.000 pisos, chalés y casas de vacaciones con fotos y descripciones detalladas. Entre sus ofertas de última hora, un chalé con piscina en Chiclana (Cádiz), con capacidad para cinco personas, por 695 euros por semana en agosto.
- www.escapade.com y www.homelidays.com. Funcionan como intermediarios entre los propietarios de casas, apartamentos y establecimientos rurales en Europa y aquellas personas interesadas en alquilarlos. En Homelidays.com, por ejemplo, una casa con jardín en Conil de la Frontera (Cádiz), para 6 o 10 personas, cuesta 400 euros por semana.
- www.atrapalo.com. Incluye ofertas de 1.000 hoteles de playas de la Península, Baleares y Canarias. Por ejemplo, en el hotel Soller Garden de Mallorca, desde 24,53 euros por persona y noche en agosto, con media pensión.
- www.opodo.es. Su apartado Playas tiene una selección de ofertas en hoteles de costa: Menorca, cinco noches, dos personas, 411 euros en agosto.
- Las webs de grupos como Marsans (www.marsans.es), Halcón (www.halconviajes.com), Viajes Iberia (www.viajesiberia.com) y otras anuncian sus ofertas para agosto, en muchos casos a interesantes precios. I. M.
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