Puentes sobre la M-40
La opción por las autopistas de peaje del señor Cascos no tuvo ningún tipo de reparos en dejar tanto a los distritos de Moratalaz como de Vicálvaro colapsados en sus salidas, perdiendo la conectividad imprescindible para el funcionamiento de la ciudad y recogida en el Plan General de Madrid.
A pesar de las numerosas protestas vecinales y del compromiso de la concejal de Vicálvaro (PP) de buscar alternativas, la realidad no es otra que los puentes sobre la M-40 no han podido soportar los errores de cálculo de nuestros políticos y han puesto en evidencia las deficiencias de la planificación urbana del Ayuntamiento de Madrid, que previamente había diseñado varios barrios nuevos.
No hace falta ser ingeniero para saber que las estructuras de los puentes se calculan para un flujo determinado de tráfico, y si éste se ve ampliamente superado se inician los procesos de grietas y es necesario reforzarlos; tal es la situación en la que se encuentran, por ello han tenido que cerrar al tráfico uno de los carriles y proceder a su derribo.
Esto me lleva a realizar las siguientes consideraciones: ¿Quién va a pagar las obras? ¿Quién paga las horas de atascos a los vecinos y el deterioro de su calidad de vida?
Personalmente, considero que sí hay responsables y que se les debería reclamar indemnizaciones por su irresponsabilidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.