Explicar novelas
Gonzalo Sobejano pertenece a la estirpe de ensayistas reflexivos y documentadísimos, sin aspavientos retóricos y desde luego sin ocurrencias ni cabriolas interpretativas. Lo que además tiene de manera prodigiosa es el don de la claridad expositiva y la inteligencia para instalar el significado de una obra literaria en el centro de sus comentarios sin renunciar ni al esbozo de las tramas novelescas ni al dato anecdótico pero necesario. Por eso su libro de 1970, reeditado en 1974, Novela española de nuestro tiempo, es el mejor y más rotundo clásico en torno a la novela española contemporánea.
Ya no habrá que seguir haciendo fotocopias de los capítulos o del libro entero, como algunos hicimos. Pero uno estaba casi tentado de entender el delito ante la ausencia en el mercado de esos libros fundamentales desde hace un montón de años. Por eso la propuesta del editor Santos Sanz Villanueva de reeditar tal cual el libro de 1974 es una afortunada iniciativa. Quizá porque el propio Sobejano prefería actualizar notas, bibliografía y comentarios, pero es labor ya excesiva para un clásico de nuestro hispanismo. No la necesita porque el libro sigue valiendo lo que valía entonces, como la mejor guía interpretativa de las novelas españolas de los treinta años de posguerra. Sigue conmoviendo hoy la delicadeza con la que se dicen las cosas, la interpretación ajustada y la sensibilidad no sólo hacia los textos sino hacia las mismas actitudes y temas de los autores, como al propio Sobejano le gusta decir. Y puede que toda esa calidez humana esté concentrada en el subtítulo que puso al libro, En busca del pueblo perdido, porque en gran medida ese había sido el horizonte de la mejor novela española de la posguerra y quizá también porque ésa era una poderosa razón ética para aplicarse al conocimiento de la novela de su propio tiempo.
Los trabajos que reúne el otro tomo, Novela española contemporánea, 1940-1995 son algo más concretos sin dejar de ser panorámicos, con alguna aportación fundacional, como su análisis de la novela poemática, como quiso llamarla para identificar el valor de Saul ante Samuel, de Juan Benet, o El jardín vacío, de Juan José Millás, y algo más tarde el marbete de "novela ensimismada" para aludir a lo que hacían novelistas insistentemente atraídos por convertir su escritura de las novelas en la sustancia misma de la novela. La sustancia de estos libros del propio Sobejano es tantas veces su manera misma de leer, su propia mirada, también sin duda su incorregible ponderación.
Gonzalo Sobejano. Novela española de nuestro tiempo. Mare Nostrum. Madrid, 2005. 441 páginas. 16,64 euros. Novela española contemporánea, 1940-1995. Mare Nostrum. Madrid, 2004. 190 páginas. 12 euros.
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