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Columna
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Jiménez de Parga

El ex presidente del Tribunal Constitucional ha declarado que el Estatuto valenciano reformado "incluye una carta de derechos exclusivos que es inconstitucional". Preguntado sobre qué ocurriría si el Estatuto se aprobase por el Congreso, tal como está, responde: "Si se aprobase sería de aplicación, y eso no es problema especial. El problema son Cataluña y el País Vasco". ¡Albricias! Los valencianos podemos tener un Estatuto inconstitucional y no pasaría nada. "No es problema especial". El problema son Cataluña y el País Vasco. Anteriormente, y en una convención organizada por la FAES, la fundación presidida por Aznar, había pedido modificar la Ley Electoral General con el fin de que "únicamente" puedan acceder al Congreso y Senado los partidos que obtengan, como mínimo, el 5% del total de votos emitidos en toda España, y no por circunscripciones. Así se conseguiría que sólo tuviesen representación el PP y el PSOE. "Y, en algún caso, los 'neocomunistas' de IU". Es decir, que los partidos nacionalistas, en especial de Cataluña y País Vasco, "que son el problema", quedarían fuera. La voluntad expresada por sus electores no formaría parte de la voluntad popular que representan las Cortes. Jiménez de Parga quiere imponer la misma barrera que el Estatuto valenciano. Barrera que en su momento impuso Abril Martorell en el Estatuto todavía vigente, para alcanzar los mismos fines que persigue Jiménez de Parga: la marginación de los nacionalistas. Y que Camps y Pla han decidido que continúe. Pues nada, ¡abajo las minorías! -sobre todo si son nacionalistas- y ¡viva la democracia! Pero, ¿no habíamos quedado en que era fundamental en una democracia el respeto a las minorías? Dice Jiménez de Parga, refiriéndose a los estatutos que, "si vamos cediendo llegará un momento en que la claudicación del Estado será total". ¿Y quién es el Estado? ¿Es que las comunidades autónomas no son Estado? "Vamos cediendo". ¿Quiénes son los que se arrogan la potestad de ceder o no ceder, como si fuesen los amos? ¡Señor, qué cruz! Salvaoret, ¿qué fem?

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