Zapatero afirma que la Copa del América es un proyecto de Estado para hacer una Valencia moderna

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó su primera visita a las obras de la Copa del América para despejar dudas. Zapatero calificó la Copa como un proyecto de Estado que persigue que Valencia sea "un ejemplo de ciudad moderna y bien comunicada". El presidente ofreció "cuantos esfuerzos de inversión sean precisos" para la celebración de la competición deportiva en 2007. El titular de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, destacaron el compromiso de las tres administraciones con "el gran evento español de la década".

"Espero que los ciudadanos disfruten mucho más del mar y del puerto"

Zapatero cumplió ayer su compromiso de visitar en persona las obras de la Copa del América como llevaba pidiendo desde hacía tiempo la alcaldesa de Valencia y presidenta del consorcio organizador del evento, Rita Barberá, al objeto de hacer visible el apoyo del Ejecutivo del PSOE a un proyecto que tendrá lugar en una comunidad autónoma gobernada por el PP.

Fue una visita breve -apenas duró dos horas- y medida al milímetro. El presidente, acompañado del ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, fue recibido en el Puerto de Valencia por Camps, Barberá y miembros del consorcio. En este tiempo, Zapatero se reunió en un aparte con Camps, luego con el resto de asistentes, visitó la casa de la Copa, saludó a las tripulaciones y departió unos instantes con miembros del Desafío Español.

Zapatero se despidió de la ciudad con una declaración de respaldo inequívoco al evento. "La Administración central ha apoyado, apoya y apoyará, con toda su voluntad y esfuerzo" para que "Valencia esté en 2007 siendo un ejemplo de ciudad moderna y bien comunicada", dijo el presidente, quien emplazó a las tres administraciones -local, autonómica y central- a que trabajen coordinadas para que todo esté listo en las fechas señaladas. Si bien no hubo grandes anuncios, Zapatero sí se comprometió ante las autoridades valencianas a hacer "cuantos esfuerzos de inversión sean precisos" y a estudiar todas aquellas iniciativas que se planteen dentro del consorcio "tanto hasta 2007 como después".

El presidente del Ejecutivo dijo en un intento por despejar cualquier duda que pudiera haber que la Copa "es un proyecto de estado" al que el Gobierno "dará todo el respaldo" y será referente de la política exterior española. Zapatero se mostró convencido, por otro lado, de que la Copa del América servirá para cambiar y modernizar la ciudad de Valencia. "Espero que sirva para tener una ciudad más habitable, más abierta y en la que los ciudadanos disfruten mucho más del mar y del puerto", dijo el presidente. Fue la única alusión, muy indirecta, al proyecto de integrar la dársena en la trama urbana de Valencia una vez acaben las pruebas náuticas. Tras la intervención no hubo turno de preguntas al presidente.

Zapatero abandonó la pérgola donde se programó la conferencia de prensa y entonces el presidente de la Generalitat tomó la palabra después de un tira y afloja entre los equipos de los dos presidentes sobre quién debía hablar tras la visita. Camps destacó el compromiso "sin límite de las tres administraciones" para hacer que la competición sea un éxito y aseguró que la colaboración entre ellos "hará posible que esto sea así".

El titular del Ejecutivo autonómico se refirió a las regatas como "el gran proyecto de España de la década" y agregó que en los últimos meses "hemos demostrado que juntos podemos hacer de esta competición un sueño inolvidable". Camps no hizo mención en esta declaración de tono institucional a los 100 millones de euros que el día anterior -el miércoles- exigió de forma pública al presidente del Gobierno español para promocionar la Copa del América como, según él, hizo con el Fórum de Barcelona.

Rita Barberá, alcaldesa de la ciudad y presidenta del consorcio organizador, destacó la importancia de que el presidente del Gobierno "haya estado aquí y haya comprobado in situ la fortaleza del proyecto, los trabajos y, sobre todo, la potencialidad de futuro de nuestra ciudad". La munícipe añadió que Valencia "va a vivir de cara al mar, abrazada a la mar y va a hacer que todos los valencianos disfruten de la mar". Según Barberá, "esta es nuestra idea de presente y de futuro y así lo ha confirmado el presidente del Gobierno".

La delegación al completo guardó dos minutos de silencio en señal de condena de los atentados de Londres.