Inseminación con fraude

Un médico dedicado a la inseminación artificial se enamora violenta, impulsivamente de una paciente, hasta el punto de poner su propio semen en el proceso de fecundación que la chica está dispuesta a iniciar. Y a partir de ahí, todo cambia: él descubre su pasión por la paternidad, sigue a la chica, se involucra en su vida, se enamoran, le miente... A partir de un arranque tan imaginativo como éste, Daniela Fejerman e Inés París construyen una comedia de enredos sentimentales. El filme avanza entre inteligentes guiños de guión y el necesario desarrollo de la historia amorosa, a partir de un personaje inefablemente cómico.

Y todo esto, narrado con la soltura que ya demostraban las directoras en su interesante debú, A mi madre le gustan las mujeres, y con un cuidado en la dirección de actores que brinda al trío protagonista (los dos Alterio y Dolera) la ocasión de un lujoso, impecable lucimiento. Y atención a Ernesto Alterio: su dominio de las claves del género bien pueden hacer de él un intérprete perfecto para este tipo de peripecias.