El Gobierno respaldará el Estatuto catalán si recoge el voto particular del PSC
Maragall garantiza a Sevilla que el tripartito velará por la constitucionalidad del texto
El Gobierno central respaldó ayer el proceso de reforma del Estatuto de Cataluña con la convicción de que el texto aprobado en ponencia por el Parlamento catalán se modificará, tanto en su tramitación en la Cámara autónoma como en su negociación en las Cortes, para encajarlo plenamente en la Constitución. El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, mostró su identificación con el voto particular del PSC al texto aprobado en ponencia como fórmula para el consenso. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, garantizó que el tripartito velará por la constitucionalidad del texto definitivo.
Pasqual Maragall y Jordi Sevilla mantuvieron ayer un encuentro de unas dos horas en Barcelona, en el que escenificaron el acercamiento entre los dos Ejecutivos para lograr "un magnífico Estatuto, bueno para Cataluña y bueno para España", en palabras del ministro de Administraciones Públicas. El almuerzo, celebrado en la residencia oficial de Maragall, la Casa dels Canonges, transcurrió en un ambiente que ambos calificaron de "gran cordialidad".
Tras la reunión, tanto el presidente de la Generalitat como el ministro manifestaron su "optimismo" sobre el desenlace del proceso de reforma del Estatuto, que la Generalitat tiene previsto culminar en septiembre en Cataluña. Sevilla y Maragall abordaron los contenidos, el calendario, los votos particulares de la ponencia y los principales retos de esta reforma.
Maragall argumentó a Sevilla la urgencia por aprobar el nuevo Estatuto por su interés en afrontar cuanto antes "las políticas sociales". Sevilla, semanas atrás, había defendido la conveniencia de dilatar el proceso para poder asegurar su consenso.
Maragall y Sevilla repasaron los posibles puntos de conflicto que el texto aprobado en la ponencia, el viernes pasado, tiene con la Constitución: la utilización del artículo 150.2; la reforma de leyes orgánicas del Estado a través del Estatuto y la financiación autonómica. Ambos coincidieron en que el proceso sigue aún "abierto a modificaciones" antes de su aprobación en el Parlamento de Cataluña y en la posterior negociación en las Cortes. Sevilla, en este punto, pidió respeto al trabajo de los partidos catalanes, porque "se están haciendo esfuerzos muy importantes para llegar a acuerdos".
El ministro fue muy explícito y expresó su identificación con el voto particular que presentó el PSC al texto de la ponencia. Ese voto particular propone reducir de doce a dos el número de competencias a transferir del Estado a Cataluña por la vía extraordinaria del 150,2 de la Constitución. Éstas serían las relacionadas con inmigración e infraestructuras. También reduce de siete a dos el número de leyes orgánicas a alterar desde el Estatuto. Según el PSC el Estatut debería modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial y la de Financiación de las Comunidades Autónomas.
Con todo, la financiación autonómica sigue presentándose como el asunto más conflictivo para ambos Ejecutivos. Desde el Gobierno central confían en que el tripartito suavice la redacción de este punto en el texto del Estatuto y traslade el grueso del debate al Consejo de Política Fiscal y Financiera y a la Conferencia de Presidentes autonómicos. "Estoy convencido de que no saldrá nada en el texto que no sea razonable y sensato. Creo en el seny catalán", dijo Sevilla en el palacio de la Generalitat.
Maragall, por su parte, manifestó a Sevilla, en nombre del Gobierno tripartito que preside (PSC-ERC-ICV), su compromiso de que el Estatuto saldrá del Parlamento catalán sin riesgo de ser enmendado por inconstitucionalidad, y le reclamó una confianza renovada por parte del Ejecutivo central.
Sevilla insistió en que, una vez conocidos los límites -el respeto a la Constitución y el logro de un amplio consenso en que se mueve el proceso-, se debe dejar vía libre a los partidos catalanes para que surja "un Estatuto bueno para Cataluña y para España".
Por su parte, el consejero portavoz de la Generalitat, Joaquim Nadal, afirmó en Santander que espera que Alfonso Guerra se mantenga en el nivel de independencia y prudencia que exige el proceso de reforma del Estatuto, informa Patricia Martín. Guerra, presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, ha criticado la reforma estatutaria de Cataluña tal como ha sido aprobada en ponencia. "Más allá de las palabras, el papel institucional de las personas es el que es", dijo Nadal.
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