_
_
_
_
Entrevista:ROBERT LEIKEN | Experto en terrorismo | TERROR EN LONDRES | El ejemplo de España

"Europa es el segundo frente de batalla"

Robert Leiken es una persona muy discreta que ni quiere revelar su edad. Quizá su oficio sea la razón de esa discreción: director del Programa de Inmigración y Seguridad Nacional en el Centro Nixon, en Washington, Leiken se dedica desde hace cinco años a analizar los movimientos terroristas islamistas. Está esta semana en Madrid para preparar su próximo libro, que aborda la relación entre la inmigración musulmana y el yihadismo. Leiken también irá a Francia y Alemania, países con una importante comunidad musulmana, e Italia, recientemente amenazada por Al Qaeda. Estaba hace 20 días en Londres, donde la policía le aseguró: "La cuestión no es saber si va a ocurrir atentados, sino cuándo".

Más información
La policía cree que el 7-J fue obra de suicidas
La policía británica busca al 'cerebro' de los ataques de Londres

Pregunta. ¿Por qué Londres?

Respuesta. La guerra en Irak y el G-8 tienen mucho que ver, aunque el mayor problema es la presencia de imanes radicales. La capital británica es el centro nervioso del terrorismo islamista desde hace más de 15 años.

P. ¿Era entonces inevitable?

R. Estaba hace 20 días en Londres, donde la policía era consciente de ello: la cuestión no era saber si iban a ocurrir atentados, sino cuándo.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

P. Si la comparamos con el 11-M, la investigación en Reino Unido es lenta. ¿Cómo lo explica?

R. En Madrid, los investigadores tuvieron suerte: se descubrió un teléfono móvil, con números marcados, identificados. Podríamos decir que los terroristas aprenden de sus errores.

P. La presencia de imanes radicales en Londres valió a la capital británica el apodo de Londonistán. ¿Cree que los atentados del jueves significan el final de un refugio, el final del Londonistán?

R. Reino Unido es sin duda un refugio para los islamistas más radicales. Sin embargo, no significa que sean ellos los autores. Hay que distinguir entre los que llegan de fuera -Argelia, Egipto, Marruecos, Siria- y los bengladeshíes y paquistaníes de segunda generación, nacidos y criados en Reino Unido. Por otra parte, no creo que medidas de represalia en Londonistán, sin haber identificado a los autores, sean aceptadas tanto por la clase política británica como por la comunidad musulmana.

P. ¿Se necesita más diálogo?

R. Hay que volver a pensar la relación con la comunidad musulmana, mejorar el diálogo y la comunicación con ella.

P. ¿No cree que también haya una responsabilidad de la propia comunidad musulmana? ¿No cree que los musulmanes deben ser conscientes de la existencia de una minoría radical e intentar controlarla?

R. Los británicos tratan de trabajar con los imanes para que controlen los discursos más violentos. Pero es difícil imponer una disciplina. El problema es que los terroristas no se preocupan de saber si las víctimas son o no musulmanas; se escondieron detrás del islam. Los dirigentes religiosos musulmanes tienen que denunciarlo.

P. ¿Cuál es la importancia de la guerra en Irak?

R. Irak se ha convertido en el centro del conflicto entre islamistas y Estados Unidos. Los yihadistas promueven la violencia en Irak; el país árabe es un terreno de reclutamiento e inspiración. En el caso de Londres, no se sabe aún si se trata de yihadistas que combatieron en Irak. Los servicios de inteligencia de Reino Unido, Francia y Holanda saben que son muchos los que se van al país árabe. Y ése es el gran temor: ¿qué va a pasar cuando regresen? Porque, después de Irak, Europa es el segundo frente de batalla.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_