El figura
Hace ya unos meses, escuchando en el coche Radio 3, vino a mis oídos una canción que no ha parado de sonar en mi cabeza desde ayer por la tarde. Se trataba de una de las canciones del último disco del polifacético dúo de pop electrónico Astrud. El disco, de título Performance, tenía un hit titulado Hay un hombre en España, que no es otra que dicha canción.
Bien es cierto que la interpretación que hago yo ahora de aquella letra no tiene nada que ver con la que propone el dúo de Chueca, pues ellos nos desvelan el porqué de la mediocridad de este país, o más explícitamente, el porqué todo es una mierda: ¡está claro, lo hace todo la misma persona!; es el que escribe todos los libros, el que reparte las becas, el que responde a las encuestas y el que pone las anchoas dentro de las aceitunas. Y nosotros aquí sin darnos cuenta. Pero bueno..., pasemos página, que yo he venido aquí a hablar del Tour, y me pierdo.
Dice el estribillo textualmente: "Hay un hombre en España que lo hace todo, hay un hombre que lo hace todo en España". Vaya por Dios, me dije entonces, mira por dónde que están hablando sin saberlo del figura. El figura es Valverde, aunque eso se lo decimos así medio de cachondeo, aunque sabiendo que es verdad, porque está hecho un figura, ya lo demostró ayer y tantas otras veces. No voy a descubrir ahora Roma. Que Valverde es un hombre que lo hace todo bien es de perogrullo. Sube, baja, llanea, esprinta y gana. Mucho y bien. Pero la crítica que siempre se le hacía era que sí, que era muy bueno y tal y tal, pero que todo lo hacía en España. Vamos, que el mundo se le quedaba grande, y bastante tenía con la piel de toro. Ya, pero fue subcampeón del mundo, respondían sus admiradores. Sí, pero un día bueno lo tiene cualquiera, lo que hace falta es regularidad.
Así que cuando este año cambió de equipo y se marcó (o le marcaron) el objetivo de la internacionalización, sus críticos lanzaron una irónica media sonrisa; ahora llegó la hora de la verdad, se decían contentos.
Y la verdad es que llevaba un año más discreto que los anteriores, lo más lógico, por otra parte, viendo la altura a la que se coloca el listón año tras año. Pero por lo que hemos visto y nos queda por ver, me parece que guardaba la traca para el momento de la verdad, para enseñarle los dientes al americano, que eso son ya palabras mayores.
Así que no sé yo por qué sigo aún ahora con el ritmo de esa canción en mi cabeza; tendré que pensar en cambiar el "hace" por un "hacía" para actualizarla porque desde ayer ha quedado ya desfasada.
Pedro Horrillo es corredor del Rabobank.
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