Duran arremete contra sus socios de Convergència y les acusa de ningunearle

Josep Antoni Duran Lleida no pudo contenerse ayer y se desahogó ante la ejecutiva de su partido, Unió Democràtica. El líder democristiano y presidente de CiU en el Congreso expresó su profundo disgusto y enérgica queja por el "ninguneo" que, en su opinión, recibe de parte de algunos dirigentes de Convergència hasta el punto de que llegó a afirmar: "En CiU soy un secretario general virtual". Duran se quejó de que el liderazgo de la reforma estatuaria esté en manos de personas "con poca experiencia" y de la política de comunicación que dirige David Madí.

Duran, visiblemente molesto según asistentes a la ejecutiva, cuestionó la estrategia de CiU respecto a la reforma del Estatuto, criticó la política comunicativa de la federación, arremetió contra el papel de oposición en el Parlamento catalán y acusó a Convergència de "puentearle" como presidente del grupo en el Congreso. "Le he visto entristecido por el poco caso que le hacen en CiU", relató un alto dirigente de Unió a este diario.

El líder de Unió aprovechó la ausencia de algunos dirigentes del partido en la ejecutiva -en esos momentos estaban celebrando una rueda de prensa- para lanzar la embestida contra sus socios electorales. La peor parte se la llevó David Madí, portavoz de Convergència y responsable de estrategia de la federación, que en tiempos del Gobierno de CiU tuvo que dimitir como secretario de comunicación por el escándalo de las encuestas manipuladas. Duran cuestionó el trabajo de Madí por erigirse en ocasiones como portavoz de la federación nacionalista cuando sólo lo es de Convergència. Pero sobre todo, le culpó de haber difundido el polémico informe sobre los Mossos d'Esquadra, que, según CiU, propugnaba una purga en la cúpula de la policía autonómica. "Éste no es mi estilo de hacer oposición", afirmó Duran, quien se quejó de haberse enterado de la existencia del documento el mismo día de su publicación.

Cuando estalló el escándalo, otros dirigentes de Unió expresaron en privado similares críticas por el daño que, en su opinión, se causó al cuerpo de los Mossos. El ex consejero de Interior, Xavier Pomés, y el director general de Seguridad Ciudadana, Xavier Martorell, también mostraron su indignación por la difusión del documento.

Pero Duran no se limitó a arremeter contra Madí. Lo hizo asimismo contra Francesc Homs, el parlamentario de CiU sobre el que pivotan las negociaciones de la reforma estatutaria. El líder de Unió lamentó que el liderazgo y las conversaciones de la reforma se deje en personas "con poca experiencia política" y reclamó para sí y para Artur Mas la dirección de este proceso dado el trascendental momento en que se halla.

Duran Lleida también cuestionó la estrategia parlamentaria de CiU en la Cámara autonómica y aseguró que la federación solamente centra su tarea de oposición en el Estatuto olvidándose, dijo, de otros aspectos del Gobierno catalán. Por ejemplo, en política social o educativa.

Pero el líder de Unió se mostró indignado por algunas maniobras de dirigentes de Convergència para entorpecer su labor en el Congreso. En concreto, manifestó que desde la sede de CDC se dan instrucciones a sus diputados sobre la estrategia que deben seguir en determinadas comisiones parlamentarias. Por ejemplo, citó el caso del responsable de relaciones internacionales de Convergència, Carles Llorens, que instruyó al portavoz en la comisión de Asuntos Exteriores, Jordi Xuclà, sobre la intervención que debía realizar. Duran es el presidente de dicha comisión.