Barcelona vibra con la primera edición de la feria de moda Bread & Butter

La movilidad de los estándares, la fuerte asimilación de nueva creatividad en las marcas globalizadas, la revitalización del denim (tela vaquera) como un valor seguro, ya sea en sus formulaciones convencionales o manipuladas dentro del neobarroco sofisticado, la imposición del adorno como elemento de singularización de las prendas, las tendencias del vintage provocando una revisión circular del pasado inmediato, todo eso y más se ha puesto en evidencia en esta primera edición barcelonesa del Bread & Butter, una feria de moda que se ha convertido en la punta de lanza del sector a escala mundial donde se dan la mano decibelios y transgresión, lo casual y lo callejero.

Barcelona vibró con este evento, donde hubo muchas acciones muy diferenciadas: Sybilla y su línea joven Jocomomola llevaron al puerto del Fórum el catamarán de Oceana, la asociación ecologista que protege la fauna marina; en el pabellón italiano de la Fira, Pepe Jeans mostró lúdicamente una potente colección para el verano de 2006; también en el Fórum, las firmas italianas Phard y Zu Element hicieron un vibrante desfile junto al mar con imaginación y buena factura.

Ya en la Fira, había sorpresas por todas partes, desde un sector de nuevo diseño (donde se podía ver al propio David Delfín ofertando sus productos) hasta empresas empeñadas en el diseño del reciclado, como los imaginativos barceloneses de Vaho Trashion Bagagge, o Camper con su novedad de un zapato diseñado por artistas locales y que se inspira en la estética de la propia Barcelona. En la zona estrella, sellos de gran impacto, como los italoamericanos de 69: De Puta Madre, con un vaquero contestatario y burlón con su lema de ropa "creada en el peor barrio del mundo". En enero de 2006, más.