Una compañía de coser y cantar
Artesanos Camiseros se convierte en la primera multinacional de camisería a medida
Francisco Moreno, un cordobés de Puente Genil, economista de 55 años, se hace las camisas a medida desde siempre. Eso no significa ni que sea rico ni presumido, dice. Tras comenzar a trabajar como técnico en Carbonell, pasó a dirigir la Sociedad de Desarrollo Industrial de Andalucía (Sodian), que movía un gran presupuesto inversor.
Cuando tenía 40 años presidía Endiasa, el grupo alimentario del antiguo Instituto Nacional de Industria. Tras vender el grupo a Tabacalera (hoy Altadis), en una operación que él mismo pilotó, recibió nuevas ofertas de trabajo como directivo. Pero en su cabeza rondaba la idea de crear un negocio propio. Era 1990.
La empresa facturó el pasado año 15,4 millones de euros, de los que el 80% procede de la camisería a medida y el resto, de los complementos
Dedicó dos años a poner en marcha una sociedad de inversiones. Tras el verano de 1992, cuando iba a encargar un lote de camisas a medida para el otoño e invierno en camisería Pinar, en la avenida de San Luis de Madrid, que era propiedad de Elena Sáenz de Tejada, le preguntó a su camisera por los datos de la empresa y por las posibilidades de expandir el negocio.
Tras echar cuentas con antiguos colaboradores del INI sobre la posibilidad de desarrollar un plan de negocio, se tiró al agua. Así nació Artesanos Camiseros con un capital de siete millones de las antiguas pesetas.
Francisco Moreno reunió en el capital a amigos y ex directivos de la empresa pública, como Eduardo Segura, Andrés Contreras, José Aureliano Recio, Enrique Sánchez y Jóse Carlos Revuelta. Por supuesto, dio entrada en el capital a Elena Saénz de Tejada, que es actualmente la vicepresidenta de la compañía. Se registró la marca y se abrieron tres tiendas piloto en Burgos, Sevilla y Ciudad Real para pulsar el mercado. La reacción de los clientes fue positiva.
Los socios fundadores reúnen el 93% del capital y el restante 7% lo suscribió en el año 1994 Torreal, la sociedad de inversiones del empresario Juan Abelló, justo cuando se iniciaba la primera fase de expansión y se amplíaba capital, hasta 100 millones de pesetas, para comprar una fábrica en Villanueva de los Infantes (Toledo).
Aunque no todo ha sido coser y cantar, la empresa ha logrado cortar mucha tela y atravesar varias fases de desarrollo hasta convertirse hoy en la primera multinacional de camisería a medida, con una red de 208 tiendas, de las que 168 están en suelo español, y las 40 restantes, en el extranjero. La presencia internacional se extiende a 22 países.
El pasado año facturó por valor de 15,4 millones de euros, de los que el 80% procede de la sección de camisería a medida, y el resto, de corbatas, cinturones, pijamas y complementos. La plantilla total de la empresa se eleva a 491 personas, de las que 170 trabajan en fábrica, 21 en servicios centrales y otras 300 personas en la red de tiendas.
En el proceso de desarrollo de la empresa marca un hito la inauguración, en 2001, de la fábrica de Manzanares (Ciudad Real), en la que trabajan 170 personas y que ha logrado informatizar totalmente el corte de las camisas con un sistema que ha sido desarrollado por la propia empresa.
Red de tiendas
La red de tiendas hace un pedido de forma informática y ese pedido se traslada a un ordenador central que corta una por una las camisas de manera industrial. Luego, cada prenda lleva sus ojales, botones y elementos diferenciadores, que se ponen a mano. La empresa fabrica entre 900 y 1.000 camisas diarias. Francisco Moreno, que está todo el día a pie de obra, es requerido a veces por las escuelas de negocios para que exponga su experiencia como emprendedor, por lo que ha recibido algunos premios de innovación. "Creo que le empresa tiene recorrido, sobre todo en el terreno internacional, ya que en el mercado español hemos logrado un alto grado de penetración", dice Moreno.
La última decisión de la compañía ha sido la de dar el salto a los países del este europeo con la apertura de tiendas en Rumania y Moldavia a través de una franquicia que ha firmado un empresario de origen italiano y que cuenta con experiencia en el sector de la moda. También la empresa se ha decidido por apostar por Puerto Rico, en un claro acercamiento hacia el mercado de Estados Unidos.
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