Leyes y jueces
Ahora que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, presidido por Maria Eugènia Alegret, ha decidido defender las leyes que rigen en otros países para impedir los matrimonios entre personas del mismo sexo cuando una de ellas no tenga la nacionalidad española, podríamos aplicar esa legislación con todas sus consecuencias a los ciudadanos extranjeros que residen en España. Por ejemplo: amputaríamos los brazos a cualquier inmigrante de Sudán por haber robado un disco en unos grandes almacenes, lapidaríamos a cualquier mujer nigeriana o iraní que viviera con un hombre sin haberse casado, fusilaríamos a aquel ciudadano chino al que habríamos pillado fumándose un porro y meteríamos en la cárcel a las mujeres saudíes o kuwaitíes que cometieran la osadía de tener un trabajo o salir a la calle sin la compañía de un varón de su familia.
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