Rajoy: "No voy a hacer cambios de personas"

Mariano Rajoy utilizó ayer el mismo método que Josep Piqué para replicar al presidente del PP catalán y marcar la línea oficial de su partido. En declaraciones a la Cope, ratificó en sus cargos a Ángel Acebes, a Eduardo Zaplana y a todos los demás dirigentes nacionales del PP. "No voy a hacer cambios en las personas", dijo. Dio la razón a Piqué en que "en septiembre se inicia una nueva etapa" en la agenda y los métodos que tendrá el PP para hacer oposición. Y le recriminó sus declaraciones contra Acebes y Zaplana, "porque hay cosas que no se pueden decir en público". Horas después, en una escuela de verano del PP, Zaplana recordó que la UCD se desintegró con sólo cinco años de existencia por sus disputas internas.

"No voy a hacer cambios de personas", aseguró ayer Rajoy. Eso sí, habrá cambios en septiembre porque comienza una larga "etapa sin convocatorias electorales". En principio, hasta mayo de 2007 no habrá elecciones. Entonces se celebrarán las municipales y autonómicas de las comunidades de régimen común. En el otoño de ese año deberían celebrarse las elecciones catalanas y, salvo adelanto, en la primavera de 2008, las generales.

La ausencia de elecciones reduce, según el análisis expuesto por Rajoy, la tensión de confrontación política. Además, cuanto más se aleje la memoria de la etapa de Gobierno de José María Aznar, Rajoy confía en que será más fácil para el PP que la presentación de sus propuestas alternativas a las del Gobierno no queden arrumbadas con la descalificación genérica de que tuvieron ocho largos años para ponerlas en práctica.

"Lo que yo quiero hacer a partir de septiembre es comenzar a plantear alternativas ante la inacción del Gobierno en temas que importan a la gente", señaló Rajoy, que mencionó tres: "En política económica, que no se ha hecho nada. En política educativa, que se ha derogado una ley", la LOCE (ley de calidad de la enseñanza), aprobada durante la etapa del PP. Y "en política de inmigración".

Esas innovaciones, que no son tales pues el PP ha dedicado buena parte de su oposición de este año a censurar tanto la política de inmigración del Gobierno y como la reforma de la ley de calidad de la enseñanza, no cambiarán, según Rajoy, la posición del PP en las cuestiones que ese partido califica de "fundamentales". Se trata de la política antiterrorista, que el PP cree que sólo debe pasar por la derrota incondicional de ETA y no por la negociación con la banda; y la política territorial, en la que los populares han hecho bandera de que sólo España es una nación.

Esta tesis del PP fue ayer expuesta por el expresidente del Gobierno José María Aznar en los cursos de verano de FAES, informa Braulio García Jaén. Aznar mantuvo que sólo hay dos posiciones sobre el tema de la nación española: o lo es, como dice el PP, o no lo es, como mantienen "estruendosamente las minorías" nacionalistas. Pero "no es posible" mantener una postura intermedia "con juegos de palabras".

Terrorismo y nación

Aznar fue más allá el pasado lunes. Mantuvo que los debates sobre el terrorismo y sobre ETA "no son dos, sino uno", porque "los terroristas llevan 30 años matando, contra España, para disgregar a España". Por eso, "el debate sobre la configuración territorial de España es inseparable del debate sobre el terrorismo contra España". Sin detallar si ambos debates son uno o dos, Rajoy sí mantuvo ayer que los cambios de septiembre no incluirán la política antiterrorista, la territorial y la internacional. El PP mantendrá sus críticas a la buena relación del Gobierno con Hugo Chávez y Fidel Castro, y a que las alianzas en la Unión Europea lo sean, sobre todo, con Jacques Chirac y Gerhard Schröder.

Eduardo Zaplana, uno de los dos destinatarios de la crítica de Piqué por ser un hombre del "pasado", tuvo ayer su primera intervención pública tras estallar la polémica. Participó en un debate de la escuela de verano de las Nuevas Generaciones del PP en la localidad madrileña de Arganda. Allí contó que él empezó en UCD y que ese partido pasó de parecer imbatible en 1977 a desaparecer en 1982. "Aquello desapareció porque no era un partido. Porque cada uno defendía sus posiciones y se jactaba de discrepar con el vecino". Según Zaplana, "la desunión y la pelea" llevó a la UCD a la derrota.

El portavoz del PP en el Congreso no hizo ningún tipo de equivalencia de aquello con las disputas que ahora han empezado a emerger en su partido. Sí elogió a José María Aznar por haber transformado la Alianza Popular de Manuel Fraga en "una formación política de centro-derecha, como el PP que gobernó ocho años". Volver a ganar, dijo, pasa por que el PP mantenga su "unidad", "no se acompleje del patrimonio de ocho años de Gobierno" e intente "dirigirse a una amplia mayoría".