El cura Castillejo deja la presidencia de Cajasur

El sacerdote Miguel Castillejo, de 75 años, abandonó ayer la presidencia de Cajasur después de casi tres décadas como máximo dirigente de la entidad. Castillejo, que renunció a sus tareas ejecutivas hace un mes, comunicó su salida definitiva al Consejo de Administración de la caja cordobesa. El comienzo de la relación de Castillejo con Cajasur comenzó hace 30 años, cuando fue nombrado canónigo penitenciario del cabildo catedralicio y entró en la caja. El final fue ayer.

Ante el Consejo de Administración, el sacerdote se despidió y renunció definitivamente a la presidencia (ya había declinado hace un mes a ejercer las tareas ejecutivas). Castillejo, que en los últimos años ha mantenido duros enfrentamientos con la Junta de Andalucía, dijo que se marcha con un "sabor agridulce". Y añadió que se va con "nostalgia y tristeza y, al mismo tiempo, alegría".

Al final, deja la entidad porque ha superado los 75 años, la edad tope que estableció el obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, para ser miembro del cabildo catedralicio, la institución fundadora de Cajasur y que es la que elige al presidente de la entidad.

La salida, además, se produce en virtud del acuerdo alcanzado a finales de 2004 entre la Consejería de Economía y la Iglesia católica, un acuerdo que implicaba el regreso de la caja a la tutela autonómica y una renovación profunda de la entidad.

Tras la salida de Castillejo, el sacerdote Juan Arias, vicepresidente de la entidad, se hará cargo de la presidencia. Arias será el encargado de convocar el próximo consejo de administración, en el que se elegirá al nuevo presidente. Esta reunión será a mediados de la semana que viene.

En ese consejo ya no estarán ni Castillejo ni los otros tres canónigos que han superado los 75 años. Fuentes de la negociación que han mantenido la Iglesia católica y la Junta para acordar la sucesión dijeron ayer que en ese consejo será elegido como máximo responsable de la caja el sacerdote Juan Moreno, actual presidente del cabildo. Moreno estará en el cargo, como mínimo, hasta noviembre y, como máximo, hasta que cumpla 75 años, en 2007.

La caja cordobesa afronta ahora la renovación de sus órganos de gobierno, un proceso que, según el calendario acordado entre la Iglesia y la Junta, tiene que acabar en noviembre. Para conocer el nombre del presidente definitivo, tras la etapa de transición, todavía falta tiempo. Sin embargo, el que está mejor situado es Fernando Cruz-Conde, quien hoy entra en la entidad a través del cabildo catedralicio.

El obispado cordobés no ha creído oportuno que Cruz-Conde se hiciera cargo inmediatamente de la presidencia. La Junta de Andalucía, por contra, considera que es mejor que el presidente que sea elegido la próxima semana sea el que finalmente pilote la caja a partir de noviembre. Moreno se mostró ayer prudente sobre su posible candidatura. "Ustedes saben que en los cónclaves cuando uno entra papa sale cardenal, y yo espero salir cardenal", dijo.