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Reportaje:

El COI echa al béisbol y el sóftbol

El programa se reduce a 26 deportes al no superar el squash y el kárate una votación casi imposible para sustituir a los excluidos

La sorpresa, por no decir el caos, se apoderó nuevamente ayer del olimpismo. Si la victoria de Londres como sede de los Juegos de 2012 fue ya inesperada, pocos podían esperar que a la capital británica le iban a salir más baratos porque sólo tendrá que ocuparse de 26 deportes, dos menos de los previstos. El béisbol y el sóftbol, su variante femenina, fueron eliminados del programa olímpico de la 30ª edición al no alcanzar la mayoría simple de los miembros del COI en una votación secreta de la que no se sabrán los porcentajes a petición de las 28 federaciones internacionales. Sí estarán todavía en la 29ª, la de Pekín 2008, a fin de no perjudicar los ciclos de preparación de los equipos. Y no serán sustituidos para 2012 porque, tras un día con 37 votaciones, 28 para el mantenimiento o no de los deportes, y nueve ya públicas, pero más farragosas, para los que aspiraban a entrar, ni el squash ni el kárate lograron la casi imposible mayoría de dos tercios. La mayoría simple con la que quedaron finalistas sólo les sirvió para ser considerados deportes olímpicos, un paso más que ser sólo reconocidos por el COI. Pero sin entrada al programa.

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Al ser eliminados dos deportes de equipo, también sorprendió que el rugby a siete, otro de los aspirantes, no fuera más votado, pero apenas superó al patinaje de velocidad sobre ruedas en las rondas mientras que el golf fue claramente desechado. Por eso causó aún más estupor la frase de Giselle Davies, directora de Comunicación del COI, para justificar el absurdo de perder dos deportes: "El COI ha apostado por la calidad en vez de por la cantidad". España también volvió a perder ayer, pues el presidente del kárate es Antonio Espinós y se trata de uno de los deportes que cosecha más triunfos internacionales. La comisión ejecutiva se reunirá ahora en octubre para reorganizar el programa, pues los deportes que siguen, tras pasar el trago del examen, querrán ocupar los espacios vacíos con más pruebas.

Las expulsiones han sorprendido porque no se esperaba la eliminación de ningún deporte tras el cierre de filas de las federaciones olímpicas, que incluso han impuesto el secretismo en las cifras por temor a perder patrocinadores. Ello provocó hasta un enfrentamiento del presidente, Jacques Rogge, con su ex rival Dick Pound, que le acusó de aceptar una falta de transparencia. Pero tampoco han sido inesperadas porque estaban entre los más amenazados, junto al taekwondo y el pentatlón moderno, tras los tremendos errores cometidos en su corta permanencia olímpica.

El béisbol entró en los Juegos de Barcelona 92 y el sóftbol en los de Atlanta 96. Pero la negativa persistente de los profesionales de las Grandes Ligas norteamericanas a participar, al revés que los del baloncesto, que empezaron con el Dream Team en Barcelona, o del hockey sobre hielo, en Nagano 98, y su permisividad con el dopaje, incompatible con los controles olímpicos, ha arrastrado incluso al sóftbol dejando la cuota de participación femenina por los suelos. Claramente fue una decisión de desprecio frente al desprecio. E histórica, pues desde 1936, en que fue excluido el polo, no se había producido ninguna salida, sólo entradas.

Sin embargo, el autobús de deportes olímpicos estaba lleno, como dijo Juan Antonio Samaranch, palabra que ha hecho suya su sucesor, Rogge. Y para entrar algún deporte tenía que salir otro. En la 114ª Sesión de México, en 2002, el COI decidió poner freno al gigantismo y limitar el programa a 28 deportes, 301 pruebas y 10.500 deportistas. Pero Rogge sufrió entonces un gran revés al negarse incluso los miembros a votar su petición de expulsiones de deportes que la comisión ejecutiva consideraba sin interés o con problemas logísticos. Ahora lo ha conseguido porque ya estaban en aquella lista el béisbol y el sóftbol, junto al pentatlón moderno, cuyo vicepresidente es Juan Antonio Samaranch Salisachs y que ayer se salvó. Pero el grave error táctico de Rogge fue incluir la marcha atlética, entre otras pruebas, en el paquete a votar y la reacción enorme del deporte rey de los Juegos echó a perder toda la operación. Ayer fue otro caos porque salieron deportes, pero no entraron.

"Existe vida fuera del programa olímpico", dijo Rogge para consolar a los que están fuera del paraíso. Pero dentro hay más dinero fácil.

El presidente de las Federación Internacional de Béisbol Aldo Notari
El presidente de las Federación Internacional de Béisbol Aldo NotariEFE
Presidente de las Federación Internacional Don E. Porter
Presidente de las Federación Internacional Don E. Porter

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