Opacidad informativa

El Foreign Office informó a última hora de ayer de que hasta el momento "no hay ningún ciudadano no británico entre los muertos identificados". La nota no aclara cuántos de los fallecidos han sido identificados.

Fuentes españolas mostraron su sorpresa por la opacidad informativa del Gobierno británico (tardó seis horas en ofrecer la primera cifra de víctimas). Tampoco ha facilitado una lista con la nacionalidad de los heridos o de los muertos a ninguna representación diplomática de los países de la Unión Europea, a los que remitió a los teléfonos de información a disposición del público.

"No están soltando prenda. La manta de silencio que han echado sobre la información es absoluta", se quejaron. Las mismas fuentes mostraron su sorpresa por el hecho de que las autoridades británicas han instalado sendas morgues en dos hoteles de la ciudad, pese a que el número de fallecidos hacía pensar que podían ser agrupados en un solo lugar y de características más convencionales.

Los británicos aplican un protocolo según el cual una víctima no se contabiliza como tal hasta que no ha sido identificada y se ha comunicado el fallecimiento a su familia, explican fuentes españolas. Por eso, dicen, la cifra final va a ser muy superior a la reconocida en los primeros momentos.A las 16.00 (una hora menos en Reino Unido), cuando ya habían pasado más de seis horas de la primera explosión, la información oficial del Gobierno británico -y la única que recogía la BBC, la televisión pública- seguía dando como datos oficiales la cifra de dos fallecidos. Tanto el Gobierno como la BBC, que evitó la difusión de imágenes de víctimas, justificaron la tardanza en la necesidad de dar únicamente datos verificados y no contribuir a crear una alarma social.

La primera actualización oficial llegó a las 16.20, cuando compareció el jefe de la policía londinense y admitió que los muertos se elevaban a 33 personas y que más de 45 heridos estaban en estado grave o crítico. Eso en el metro. Sobre el autobús, silencio. En el siguiente parte, pasadas las 19.00, se informó de que había 38 fallecidos -dos de ellos en el autobús-, 45 personas en estado crítico y más de 700 heridos. El jefe policial precisó que el número de heridos podía subir, teniendo en cuenta que no se había contabilizado ningún muerto en la explosión en el autobús y había varios heridos de consideración.

En contraste con la reserva británica, los ministros del Interior de Italia, Giuseppe Pisanu, y de Francia, Nicolas Sarkozy, hablaron desde el primer momento de al menos 50 muertos.