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La invitación de Rabat al Sáhara enfrenta a Marín y Exteriores

El presidente del Congreso pedirá una decisión a los grupos el martes

La invitación de Marruecos para que una delegación del Parlamento español visite el Sáhara Occidental merece visiones enfrentadas del presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, y del Ministerio de Exteriores. Marín se opone a la visita, mientras Exteriores no tenga garantías formales de Rabat de que ningún diputado incluido en la misión será rechazado.

Exteriores entiende que son las Cortes quienes deben negociar esas garantías directamente con Marruecos y pide, en todo caso, que el Congreso le transmita formalmente las condiciones a negociar y su deseo de que lo haga el Ejecutivo. El presidente de la Cámara sostiene que no le corresponde negociar una visita que no es iniciativa de la institución que preside, sino consecuencia de un acuerdo cerrado por el Gobierno. Y añade que la petición ya la hizo en una carta que remitió el 28 de junio al ministro Miguel Ángel Moratinos. El número dos éste, Bernardino León, descartó el martes que la carta citada sea una petición formal en ningún sentido.

El diferendo no quedó cerrado ese día en la Mesa del Congreso, ya que fuentes cercanas a Marín señalan que éste volverá a plantear el problema el martes próximo, con la misma firmeza en la defensa de la integridad de la Cámara y de que ésta no se vea envuelta en ningún incidente que complique aún más la delicada situación diplomática en torno al Sáhara. Pero también que pedirá a los grupos parlamentarios una decisión definitiva sobre si se acepta o no la invitación, dejándoles la alternativa de que viajen como simple delegación parlamentaria, si la rechazan.

Rafael Estrella, portavoz del PSOE en la Comisión de Exteriores del Congreso, recuerda que la invitación marroquí ha sido ya aceptada por el Senado y comenta: "Me parece modélica la madurez y el sentido de Estado que ha demostrado el Senado al autorizar la visita. Las cosas se han complicado innecesariamente en el Congreso". Isaura Navarro, miembro de la mesa por IU, opina que "el presidente debería pedir formalmente garantías al ministerio".

Un alto cargo de Exteriores se preguntaba ayer: "¿Cómo es posible que hace sólo días el presidente Marín dijera que el Ejecutivo había interferido en las tareas del Legislativo y ahora pida que el Gobierno le resuelva la papeleta?".

Marín acogió mal que Moratinos acordara la invitación, sin consultar al Congreso, con su colega marroquí, Mohamed Benaissa, el pasado 6 de junio, mientras Rabat rechazaba sucesivas delegaciones españolas no institucionales. Reunió dos veces a la Junta de Portavoces y, el 28 de junio, escribió una carta a Moratinos con sus preocupaciones y las condiciones expuestas por los grupos parlamentarios, que van desde la exigencia de poder visitar las cárceles hasta que les reciba la fuerza de la ONU. Estas diferencias no se resolvieron el pasado martes en una reunión entre representantes del Congreso y de Exteriores.

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El presidente del Congreso, Manuel Marín.
El presidente del Congreso, Manuel Marín.ULY MARTÍN

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