Aznar reclama "una voluntad constante" para volver a gobernar

Poco podía imaginar José María Aznar ayer, al inaugurar el curso de verano de la Fundación FAES que preside, que sus opiniones sobre el centro político, sobre la "voluntad constante" que debe tener el PP si quiere volver a gobernar y sobre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero iban a quedar en segundo plano.

Aznar había dedicado dos medidos párrafos de su discurso a replicar, de forma implícita, a las críticas sobre el alejamiento del centro que ya habían surgido dentro de su partido. Por ejemplo, el propio Josep Piqué aseguró el viernes que el PP debía centrarse y abrirse a la sociedad. Aznar contestó que el PP es de centro y que su Gobierno también lo fue. Y que "su capacidad para articular una mayoría en los próximos años depende, como ha sucedido ya en anteriores ocasiones, del mantenimiento de una voluntad constante de ser referencia política de todos aquellos que desean políticas distintas y comportamientos diferentes a los que exhibe el partido que ahora gobierna".

"Bien tonto"

Aznar no se refirió en ningún momento a la disputa abierta por Piqué, entre otras cosas porque a esa hora de la mañana, en Navacerrada, aún no había saltado a las conversaciones dentro del PP. Pero por la tarde, el diputado José María Lassalle, que participaba en uno de esos cursos de verano de FAES, fue preguntado por la polémica. Lassalle, que forma parte del reducido equipo que redacta discursos públicos para Mariano Rajoy, fue uno de los poquísimos dirigentes del PP que opinó con su nombre sobre esta polémica. "Bien tonto será aquel que dentro del PP quiera dar amplitud" a la fractura interna que pretende, según él, generar el PSOE. Y apostilló: "El PP no es un partido dividido,no lo ha sido nunca y no lo va a ser tampoco ahora. Nadie consentirá eso".

Lassalle se alineó así con la tesis oficial del PP que acusa al PSOE de buscar la fractura del primer partido de la oposición. A eso sí se refirió Aznar en su discurso de apertura: "No se extrae nada bueno del afán de aplastar a la oposición". Según Aznar, el Gobierno socialista lo hace con los mismos métodos de los "populistas" de los países latinoamericanos. "Aliarse con el populismo del otro lado del Atlántico ya es bastante equivocado, pero importarlo a España es excesivo", aseguró. El expresidente del Gobierno acusó así al PSOE de "crear trincheras de enfrentamiento" para "colocar a la oposición fuera de la propaganda sectaria". Y, sin citarlo, se refirió a la nueva ley de matrimonios homosexuales: "No se amplian derechos sino que se deterioran instituciones establecidas para garantizar esos derechos".