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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Escolarización

Un año más el proceso de escolarización sigue siendo un fraude. Los colegios y la administración marcan sus plazos, distribuyen a nuestros hijos por los centros donde aún quedan vacantes y nos hacen creer que la objetividad y la justicia han estado presentes en todo este invento miserable. La Consejería de Educación mantiene unos criterios que sabe perfectamente son débiles y vulnerables.

El Consejo Escolar, receptor de toda la documentación con la que comienza esta farsa, sólo se responsabiliza del aspecto veraz de los documentos que presenta el interesado pero en ningún caso de la situación real que en ellos se expone, nadie lo hace. Respecto al empadronamiento, la administración considera que el ayuntamiento no debería certificar nada que no ha comprobado previamente. Respecto a la archiconocida trampa en la Declaración de la Renta, la administración considera que no puede certificar en tan poco tiempo los ingresos de todas las familias que se presentan para escolarizar a sus hijos -me pregunto por qué no empiezan en enero con esta pesadilla en lugar de en mayo, cuando saben que año tras año el problema es el mismo-. Algunos colegios, por su parte, recurren a sus propias tretas. En Valencia, la E.I.Giorgeta y el Colegio Santo Tomás de Villanueva regalan un punto a ex alumnos de dichos centros (o de cualquiera de la misma orden de Agustinos en España y el extranjero), sin tener en cuenta que vulneran, por discriminatorio, uno de los epígrafes de su querido Decreto 27/1998 del 10 marzo con el que habitualmente se escudan. Centros privados hasta hace bien poco e inexistentes en la mayoría de ciudades de España, hoy consideran un "criterio objetivo" conceder el punto de libre disposición a aquellos que sean leales a la orden o sigan, 30 años después, arraigados en el barrio.

A toda esta permisividad hay que sumar además el gesto canalla de muchos padres que han optado por el engaño con el fin de salirse con la suya y a los que la administración premia reconociendo no ver ni oír nada. Enhorabuena a todos. Antes la injusticia que el desorden ¿no es así.

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