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El Ayuntamiento de Barcelona propondrá que las tiendas abran los domingos en algunas zonas

El regidor Jordi Portabella buscará respaldo para pedir la catalogación a la Generalitat

El Ayuntamiento de Barcelona quiere lograr un amplio pacto entre comerciantes, consumidores y sindicatos para que en algunas zonas las tiendas puedan abrir los días festivos. La apertura en días festivos está prohibida desde el 1 de enero, salvo excepciones como los pequeños negocios de alimentación, las panaderías, las floristerías y las zonas turísticas. Pero el Ayuntamiento es consciente de que una ciudad turística como Barcelona necesita zonas de apertura comercial. Para ello está dispuesto a pedir a la Generalitat que catalogue como turísticas algunas zonas.

Barcelona se ha convertido en un páramo comercial los domingos. Con la anterior ley estatal de horarios comerciales, podían abrir las tiendas de menos de 300 metros cuadrados de cualquier rama de actividad, siempre que no pertenecieran a grupos empresariales. Con la actual normativa de la Generalitat, la apertura se limita a unas pocas actividades. Pero queda la posibilidad de que en un municipio se pueda abrir si es declarado turístico.

"Estamos trabajando para no ser tan restrictivos", afirma el segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento y concejal de Comercio, Jordi Portabella. El concejal advierte, sin embargo, de que el Ayuntamiento no pedirá a la Generalitat que declare zona turística a toda la ciudad. "Éste no es nuestro modelo. Lo que queremos es buscar un acuerdo que satisfaga a todos y sólo para algunas zonas muy limitadas de la ciudad donde hay actividad turística los días festivos", dice Portabella.

Pero el segundo teniente de alcalde afirma que "se necesita un acuerdo con todas las partes para poder abrir de forma selectiva en algunas zonas. Portabella recuerda que la ley de horarios comerciales aprobada por el Parlament exige que el Ayuntamiento pida la apertura en festivos a la Generalitat, pero con el aval de La Cámara de Comercio, los sindicatos y las asociaciones de comerciantes. Portabella dice que intentará que pueda haber un pacto entre todas las partes el próximo otoño.

Asimismo Portabella se reunirá a mediados de mes con una treintena de comerciantes de La Rambla que piden poder seguir abriendo los domingos y han colocado carteles de protesta en sus puertas. Este grupo de comerciantes también expondrá sus problemas al director general de Comercio de la Generalitat, Raimon Serret.

Hasta la fecha, un total de 98 municipios han pedido a la Generalitat poder abrir los domingos, unos durante todo el año y el resto en fechas señaladas, según datos del Departamento de Comercio. Pero el caso de Barcelona es distinto. Es la gran receptora de turistas de Cataluña. El año pasado llegaron a la ciudad 4,5 millones de turistas, según la entidad Turismo de Barcelonma. La ocupación hotelera va viento en popa, con el 72% de las habitaciones ocupadas, pese a que hay 5.000 plazas hoteleras desde hace dos años.

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Pese al empuje turístico de la ciudad, los visitantes no pueden comprar en domingo ni un par de zapatos. Algunos comerciantes situados en zonas turísticas, como La Rambla, la Sagrada Família o el Barri Gòtic, han estado desafiando en los últimos meses la normativa y se han arriesgado a abrir sus tiendas en día festivo. Pero en las últimas semanas han decidido no abrir, a raíz de haber recibido la visita de los inspectores y en algún caso hasta el aviso de multas que pueden llegar hasta 60.000 euros.

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