El Gobierno y el PSOE niegan que estén hablando con Batasuna, como dice Ibarretxe

El Gobierno y el PSOE negaron rotundamente que estén manteniendo conversaciones con algún marchamo de oficialidad con representantes de la ilegalizada Batasuna, como sostiene en las últimas semanas el PNV y reiteraba ayer en una entrevista el lehendakari Ibarretxe. El presidente del Senado y secretario general del PSE de Álava, Javier Rojo, reprochó a Ibarretxe que quiera involucrar al Gobierno "en lo que él está haciendo". El líder del PP, Mariano Rajoy, afirmó que "mantener conversaciones con grupos terroristas" le parece "una falta de sentido común total".

La existencia de supuestas conversaciones entre el partido y el Gobierno socialistas y Batasuna la está dando el PNV como un hecho cierto para sustentar su pretensión de que la formación ilegalizada pueda participar en la mesa de partidos para la "normalización" que Juan José Ibarretxe pretende crear fuera del Parlamento vasco, su gran apuesta política para la nueva legislatura. El lehendakari incidía ayer en esta tesis al afirmar en una entrevista al diario Deia: "Estoy hablando con Batasuna y el Partido Socialista también está hablando con Batasuna. Es bueno que todos hablemos con todos".

En sus declaraciones al diario peneuvista, Ibarretxe no especifica si se refiere a los contactos informales que se han podido contrastar entre líderes de Batasuna y dirigentes y militantes significados del PSE-EE o a conversaciones oficiales que involucrarían también al PSOE.

Apunta, no obstante, en esta dirección cuando indica: "Es evidente que el PSOE no piensa hoy lo que pensaba hace cuatro años, que se ha desmarcado de la política de obstrucción del PP y que, por lo tanto, acepta que debe moverse y participar en un escenario de diálogo. Y lo hace hasta el punto de que, efectivamente, desde hace algún tiempo mantiene relaciones con Batasuna. Y me parece muy bien".

Fuentes de La Moncloa y diversos dirigentes socialistas desmintieron tajantemente que por parte del Gobierno o del PSOE se haya establecido cualquier tipo de interlocución con el partido de Arnaldo Otegi. Y expresaron al mismo tiempo su malestar por la insistencia de Ibarretxe y del PNV en plantear esta cuestión, "máxime cuando ellos mismos piden luego discreción para abordar estos temas", apuntó el coordinador de la ejecutiva del PSE-EE, Rodolfo Ares.

Los socialistas, como apuntó Javier Rojo, piensan que con esta estrategia Ibarretxe pretende legitimar su opción de dar entrada a Batasuna en la mesa de partidos extraparlamentaria que propugna. El presidente del Senado considera que una cosa es que el Gobierno central y el vasco hablen sobre cómo avanzar hacia un final de la violencia en los términos de la declaración aprobada por el Congreso de los Diputados, y otra muy distinta aceptar como interlocutor a Batasuna.

El lehendakari dibuja dos fases para su mesa: una primera preparatoria, que quiere iniciar en septiembre y en la que no habría condiciones; y una segunda resolutiva para la que se exigiría el cese de cualquier tipo de violencia. Sin embargo, el PP vasco ya ha anunciado por activa y pasiva que no va a acudir a una mesa en la que esté el partido ilegalizado, mientras que el PSE insiste en que no se sentará con Batasuna mientras subsista la violencia de ETA o la kale borroka. Además, ambos discrepan de que ese foro de diálogo deba constituirse fuera del Parlamento, por lo que su operatividad parece muy precaria, si no media el abandono definitivo de las armas por parte de ETA.

El PP, enfrentado al PSOE por el giro que aprecia en la política antiterrorista, sí da crédito sin embargo a la supuesta existencia de conversaciones con el partido de Otegi, e incluso con la banda terrorista. El secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, remachó las palabras de Rajoy acusando a Zapatero de competir con Ibarretxe "a ver quién es más protagonista en la negociación con ETA y Batasuna".