El enfrentamiento político en Bolivia frena el adelanto de las elecciones
El Parlamento boliviano no ha logrado aún ponerse de acuerdo para la convocatoria de elecciones anticipadas a finales de año. Tampoco sobre si de ese proceso debe surgir un nuevo presidente o debe renovarse todo el poder político, tanto el Ejecutivo como el Legislativo. La ausencia de una respuesta clara está provocando incertidumbre entre la población, que teme que se reanuden las protestas que paralizaron el país casi un mes entre mayo y junio. Por otro lado, también está generando impaciencia entre los movimientos sociales que desde hace más de 20 días mantienen una precaria tregua.
Los diputados, reunidos entre el martes y la madrugada del viernes, no lograron los dos tercios de voto para reformar el artículo de la Constitución que allana el camino para la renovación total (elección de presidente, vicepresidente y parlamentarios). Tampoco se pusieron de acuerdo para convocar la Asamblea Constituyente, que debería reformar la Carta Magna con el mismo objetivo, el adelanto de las elecciones.
El Gobierno de transición del presidente, Eduardo Rodríguez, designado con el único fin de renovar la escena política, intentará acercar las posiciones durante el fin de semana para que el lunes, cuando se reanude el debate parlamentario, se llegue a un acuerdo. No obstante, los intereses regionales, de partido y los personales están obstaculizando las negociaciones. Las acusaciones sobre la falta de consenso fueron mutuas entre los dirigentes de los partidos tradicionales y las nuevas agrupaciones.
"Hubo un cambio de discurso de parte del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales y de la Nueva Fuerza Republicana (NFR), que luego de exigir elecciones adelantadas optaron por decir primero la Constituyente", se quejó el diputado independiente Wilmar Cardozo. Las demandas regionales de Santa Cruz, apoyadas por las provincias amazónicas de Beni y Pando, para mantener vigente el referendo autonómico para agosto, entorpecieron a última hora los pactos logrados por los jefes de los grupos parlamentarios.
Graves consecuencias
El presidente del Senado, Hormando Vaca Díez, advirtió de que sería grave para el futuro de Bolivia si no se logra una salida el lunes, pues el Jefe de Estado tendría que convocar a elecciones para renovar sólo el Ejecutivo, y esto no es lo que los movimientos sociales quieren. Vaca Díez anunció que un acuerdo aún es posible si los diputados reconsideran sus respectivas posiciones. "Es urgente que todos hagamos una buena lectura de lo que quiere el país y lo que necesita: un nuevo gobierno y un nuevo parlamento que responda a las demandas de la sociedad", dijo el jefe del Senado.
En las calles, muchos ciudadanos están en la tarea de reunir firmas para que los parlamentarios se vayan. Otras organizaciones han impreso miles de tarjetas rojas, aquellas que usan los árbitros de fútbol para señalar la expulsión de un jugador, y se reparten a diario en casi todas las ciudades bolivianas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.