Tráfico estrena 37 radares fijos y anuncia mano dura con los excesos de velocidad

La advertencia es contundente. "Se ha acabado la impunidad con el exceso de velocidad. Va en serio. Que no se diga que no se ha avisado a la gente". Así de inflexible se mostró ayer el director de Tráfico, Pere Navarro, en la presentación de los primeros 37 radares fijos, de los 500 que se instalarán antes de 2007. El objetivo es disminuir la velocidad media y "reducir los accidentes", como se explica en una carta que recibirán los infractores. Durante el mes de julio no habrá sanción, sólo la advertencia. Los radares están en 25 provincias y su ubicación será conocida por los automovilistas.

La velocidad "es la gran asignatura pendiente". Está presente en el 23% de los accidentes mortales. En lo que va de año han muerto 1.550 personas. Una media de 10 al día. "Algo inadmisible. De ahí que pensáramos en la puesta en marcha de los radares y del carné por puntos. Sé que es un tratamiento duro, pero imprescindible para frenar lo que pasa en las carreteras". Así explicó el director general de Tráfico, Pere Navarro, por qué han decidido instalar, de aquí a 2007, un total de 500 aparatos que capturan la velocidad.

Los primeros 37, distribuidos en 25 provincias (excepto Cataluña y País Vasco, que tienen las competencias), comenzaron a funcionar ayer. Estos detectores se unen a los 11 ya existentes y a los 200 móviles, que a partir de ahora empezarán a controlar también las carreteras secundarias.

Información en los paneles

La DGT ha hecho pública la ubicación de estos radares (se puede consultar en www.dgt.es) y avisará de ellos a los conductores mediante los paneles de información luminosos o las señales verticales diseñadas a tal fin. Navarro hizo hincapié en que se esforzarán para dar a los conductores toda la información necesaria sobre dónde se sitúan los controles de velocidad. Anticipándose a las críticas de que esta medida "tiene un afán recaudatorio", señaló reiteradamente que "la campaña es absolutamente transparente". Prueba de ello es que durante el primer mes, con el fin de avisar a los infractores pero también para realizar un ajuste fino, los conductores cazados pisando demasiado el acelerador no serán sancionados. Sólo recibirán una carta, con la fotografía del vehículo y la velocidad a la que circulaban, en la que se les advertirá de que "esta conducta, una vez finalizado el periodo de pruebas, hubiera motivado [...] una multa de cuantía hasta 600 euros y la posible suspensión de su permiso de conducción entre uno y tres meses".

En la notificación también aparece información pedagógica del tipo: "La velocidad inadecuada está presente en uno de cada cuatro accidentes mortales con el enorme coste humano y social que ello conlleva".

El director de Tráfico no considera que informar de la ubicación de los radares los inutilice. Sobre todo cuando estén instalados los 500, que peinarán 12.000 kilómetros de carretera.

Los detectores de velocidad se han ubicado en "puntos conflictivos", según el subdirector de gestión de Tráfico, Jesús Díez, donde la velocidad es la causa principal de los accidentes. Están instalados en los pórticos de señalización o en los márgenes de las carreteras, en cabinas blindadas.

Hasta ahora, han dado buenos resultados. Por ejemplo, el operativo en el Puente de San Fernando (Madrid), en la A-2, ha permitido acabar con los accidentes mortales en este punto en un año. El director general de Tráfico puso como ejemplo la situación en otros países europeos, como Reino Unido, donde hay 1.000. Según Tráfico, los resultados han sido positivos. Han logrado reducir la velocidad media y el número de accidentes. Diferentes estudios demuestran que una disminución del 1% de la velocidad representa una caída del 3% en la siniestralidad.

El procedimiento de denuncia es totalmente automático. El radar envía los datos del vehículo al centro de gestión de tráfico correspondiente. Allí se consulta la base de datos de propietarios de vehículos, emitiendo la correspondiente denuncia. El conductor recibirá la notificación en una semana. "No será fácil presentar alegaciones porque el sistema está perfectamente homologado", advirtió Navarro. "Sólo en caso de robo".

Con la puesta en vigor del carné por puntos, exceder los límites de velocidad supondrá una pérdida de entre dos y seis puntos, de un total de 12.