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Un albañil de 46 años muere de un golpe de calor en Mataró

El hombre estuvo trabajando el miércoles varias horas expuesto al sol

Francisco Garay, un albañil de 46 años, falleció ayer en el Hospital de Mataró, donde había ingresado el pasado miércoles con los síntomas típicos de un golpe de calor. Garay estuvo expuesto al sol durante varias horas antes de sufrir una hipertermia y llegar a los 42 grados de fiebre. La víctima "no puede considerarse fruto de una ola de calor", según la Generalitat, porque "esta situación no se ha registrado en Cataluña".

La localidad de Òrrius (Maresme) despertó ayer con una mala noticia, su vecino Francisco Garay había fallecido. Por las calles de este pequeño municipio de menos de 500 habitantes todos los comentarios hacían referencia al mismo suceso. Los vecinos se mostraban consternados y no dejaban de interrogarse los unos a los otros: "¿Te has enterado?". "¿Ya sabes lo qué ha pasado?".

"Era una persona agradable y muy correcta", explicó Carlos Ortega, vecino del fallecido. "Lo conocía de toda la vida y no es porque haya muerto, pero era una gran persona", aseguraba Elisabeth Martínez, dependienta de la charcutería que se encuentra frente a la casa del fallecido.

Otro vecino, Ramon Perramon, recordaba: "Francisco no era de la población". El propietario del restaurante Can Jordi, que se encuentra ubicado en el mismo inmueble que la vivienda de Garay, añadía: "Vino a vivir aquí cuando se casó con su mujer, que es del pueblo (Òrrius) de toda la vida". Se refería a Maria Assumpció Font, esposa del fallecido, con quien tenía un hijo que ronda la veintena.

Garay había crecido en otra población cercana, Premià de Mar, donde todavía reside gran parte de su familia, aunque la mayoría de sus vecinos destacaban sus orígenes extremeños.

Algunos de sus compañeros de trabajo comentaban que el pasado 29 de junio "empezó a encontrarse mal, se mareaba y lo llevaron al médico".

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Garay trabajaba en una obra en la localidad de Alella. Finalmente, acabó ingresando en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital de Mataró con 42 grados de temperatura y convulsiones y falleció en la mañana de ayer tras habérsele diagnosticado un coma comicial, que se habría propiciado por la exposición continuada a temperaturas muy elevadas.

Aunque todavía no se conocen los resultados de la autopsia se cree que el albañil pudo haber fallecido a causa de un golpe de calor o de una insolación después de haber pasado todo el día trabajando bajo el sol y con las altas temperaturas que se están viviendo en este periodo estival. Fuentes médicas explicaban que el paciente padecía patologías anteriores al incidente, como podían ser hipertensión, trastornos metabólicos y tenía sobrepeso.Apuntan a que eso podría haber agravado su estado.

La directora de programas de vigilancia de Salud de la Generalitat, Ángela Domínguez, afirmó que hay que diferenciar el golpe de calor, que afecta a una persona expuesta a temperaturas elevadas, de la situación de ola de calor. En Cataluña, siguiendo los criterios del Servicio Catalán de Meteorología, se considera que hay una ola de calor cuando se registran temperaturas sostenidas superiores a 35 grados en el litoral y de 40 grados en el interior, situación que en Cataluña todavía no se ha alcanzado este verano. Domínguez recomendó precaución y máxima prevención a las personas que hacen esfuerzos bajo el sol en esta época.

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