El nuevo embajador de EE UU pide a España más acciones que gestos
Eduardo Aguirre espera reunirse "pronto" con el presidente español
Dos mensajes trae el nuevo embajador de EE UU en España: uno, un saludo cálido y especial del presidente George Bush al rey Juan Carlos I, y otro, una lista de acciones concretas que tratar con el Gobierno español que ayuden a recomponer una relación difícil tras la retirada de tropas españolas en Irak. "Los gestos que he recibido no han podido ser mejores", asegura Eduardo Aguirre. "Pero no busco gestos, sino acciones".
El nuevo embajador norteamericano tiene un perfil mucho más próximo a España que su predecesor, George Argyros, un empresario que no hablaba el idioma. Eduardo Aguirre es cubano de origen vasco, ha recorrido pueblos de Euskadi en los noventa en busca de sus raíces y familiares y es estadounidense de adopción desde los 15 años.
Esta semana ha llegado a Madrid con la maleta llena de los asuntos concretos que interesan a Estados Unidos y a España y que está dispuesto a tratar en la primera reunión que celebre con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que, según fuentes diplomáticas, tendrá lugar "pronto".
El miércoles de la semana pasada, Aguirre se reunió con el consejero de Seguridad Nacional de EE UU, Stephen Hadley, y con el presidente Bush para escuchar las instrucciones concretas. "Bush me recordó que su primer viaje a Europa como presidente se inició en España, lo que demuestra lo mucho que quiere a este país", contó ayer Aguirre. "Al enviarme aquí indica que éste es un país de gran importancia para nosotros". El embajador ha presentado credenciales ante el Rey y ha sido recibido por el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. "Me han gustado los gestos que he visto, el recibimiento no puede ser mejor. Pero no busco gestos, sino acciones. Ahora veremos las acciones". La lista incluye la postura española de acercamiento a Cuba y Venezuela, que ha provocado enormes críticas de Washington, la cooperación para hallar una solución al problema del Sáhara, la reconstrucción en Irak y en Afganistán.
Pero nada hace esperar que el embajador prepare un encuentro entre Bush y Zapatero. "Si utilizamos la metáfora de un viaje en coche, el presidente me ha encargado que vaya de Madrid a Bilbao. No me ha dicho que vaya a Noruega. No está en mis instrucciones y sería superfluo que yo entendiera otra cosa. Aunque quién sabe, tal vez lograremos llegar a San Sebastián", asegura. "Nos vamos a entender, aunque no siempre estemos de acuerdo".
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