Sony fabricará en Eslovaquia los televisores tradicionales

Sony va a reorganizar su actividad fabril en Europa y concentrará en Eslovaquia la producción de televisores tradicionales de tubo catódico, un producto que tiene los días contados por el auge de la pantalla plana. La medida, anunciada ayer, implica el despido de 660 empleados en Gales y el traslado de parte de la producción de la fábrica de Barcelona, que se especializa en pantallas planas.

Donde más afecta la reestructuración del gigante japonés de la electrónica -con fábricas también en Austria, Francia y Hungría- es en Reino Unido y muy particularmente en el sur de Gales, donde Sony despedirá a 660 trabajadores a finales de este año, la quinta parte de su fuerza de trabajo en las islas británicas.

Cerrará la fábrica de Bridgend, dedicada en monocultivo a la fabricación de tubos de rayos catódicos. Allí trabajan ahora 400 personas. Echará también a otros 260 empleados de su planta de Pencoed, que ensambla televisores de tubo y cámaras de vídeo para profesionales. La plantilla total en Pencoed es de más de 550 personas.

La compañía atribuye su reestructuración a la caída de la demanda de televisores tradicionales en toda Europa y de forma muy significativa en Reino Unido. La tecnología de tubos de rayos catódicos tiene los días contados. Su obsolescencia fue, no en vano, el detonante del cierre en febrero pasado de la antigua Miniwatt en Barcelona, el último vestigio de Philips en España.

Sólo en Europa del Este se mantiene la demanda de televisores tradicionales. De ahí que Sony haya decidido concentrar su producción en la fábrica de Trnava (Eslovaquia), donde los costes de mano de obra son más baratos.

La decisión de la multinacional acarreará también consecuencias para España, cuya planta de Viladecavalls (Barcelona) dejará de fabricar televisores de tubos catódicos -hoy todavía representan el 20% de la actividad- y se centrará en los aparatos de pantalla plana, tanto de plasma como de LCD, que copa el 80% de la producción.

La dirección de Sony España aseguró ayer, a pesar de un impreciso comunicado, que a corto plazo el traslado de producción a Eslovaquia no tendrá incidencia alguna en la plantilla, formada por 1.200 trabajadores, además de 400 eventuales, puesto que justo en estos momentos comienza el periodo punta de fabricación, hasta noviembre. La repercusión será, si acaso, "indirecta", con menor contratación de temporales, que el año pasado superaron las 1.500 personas, matizó el secretario del comité de empresa de Viladecavalls, Noël Climent.

A corto y medio plazo es otra cosa. A pesar de ser la puerta de entrada de los televisores de pantalla plana en Europa, Sony España no está para lanzar cohetes. Hace apenas 15 días, su director general, Pedro Navarrete, anunció una drástica reducción del 90% del beneficio neto en el ejercicio fiscal de 2004, como consecuencia de la guerra de precios en el mercado de televisores de pantalla plana. En los 12 últimos meses, el precio medio ha caído un 30%.

A ello hay que añadir que Sony no tiene tecnología de pantalla plana. Tres cuartas partas de lo que ensambla en Cataluña procede de otros fabricantes, como Samsung, lo que dificulta la reducción de costes de fabricación. Navarrete reclama más flexibilidad para acompasarse al mercado. Lo sindicatos están de acuerdo, pero exigen a la empresa que se comprometa con un plan industrial.