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Reportaje:TENIS | Torneo de Wimbledon

"Siempre dije que Feli la liaría"

Francis Roig y Jordi Vilaró, sus entrenadores, creen que López tiene armas para superar a Hewitt

"Coge un billete y vente volando", le dijo Jordi Vilaró a Francis Roig al salir de la pista en la que Feliciano López acababa de saltar su barrera en la catedral clasificándose para los cuartos de final. Roig es su entrenador, pero desde hace tiempo comparte los viajes con otro técnico de la misma academia. Excepcionalmente desde que prepara al toledano, no viajó a Wimbledon en esta edición. Le pasó el testigo a Vilaró, componente del G-4 español que ganó la Copa Davis en 2000, y le deseó suerte. "Siempre dije que algún año Feli la liaría", comentó Roig al llegar a Londres; "ya lo ha hecho. Pase lo que pase mañana , ha entrado en la historia. Pero espero que la historia no termine aquí".

Tiriac (2002): "Si no fuera tan viejo, cogería a este chico que no se parece a los españoles y le haría campeón en dos años"

Por el momento, López, de 23 años, se ha convertido ya en el primer español que alcanza los cuartos de final del torneo británico desde Manuel Orantes en 1972. El referente seguiría siendo el mismo si hoy superase al australiano Lleyton Hewitt y llegara a las semifinales. Hace 33 años, el granadino perdió en ellas contra el rumano Ilie Nastase. El único español que ha ganado en Wimbledon es Manuel Santana, que lo hizo en 1966. Entre las mujeres, en cambio, Conchita Martínez fue campeona en 1994 y Arantxa Sánchez subcampeona en dos ocasiones.

En la historia de López, 33º en la clasificación mundial, hay muchas profecías favorables. No hay que remontarse mucho para encontrar al rumano Ion Tiriac, el promotor del Masters Series de Madrid no cortándose al afirmar: "Si no fuera tan viejo, cogería de la mano a este chico rubio que no se parece a los españoles y le convertiría en campeón de Wimbledon en dos años". Entonces, 2002, pareció una fantasmada. Pero, en boca de quien descubrió al alemán Boris Becker, tricampeón, y ayudó al croata Goran Ivanisevic a lograr su único título del Grand Slam, adquiría cierto tono de realidad.

El tiempo fue pasando y López jugaba bien en hierba, pero le faltaba dar un salto de calidad. Se había encallado dos veces en los octavos de final -ante el brasileño Andre Sa en 2002 y contra el suizo Roger Federer en 2003- y hace doce meses se quedó en la tercera ronda de forma sorprendente ante el croata Ivo Karlovic. "Adolecía, tal vez, de experiencia", apunta Vilaró; "debía serenar su juego, adquirir madurez y mejorar algunos aspectos de sus golpes. Y este año se han dado varias de esas cosas. Lo principal es que cree en sí mismo. Su reto es tener continuidad".

Cuando llegó a Wimbledon, López tenía los deberes hechos. Desde que perdió su partido de la Copa Davis contra el eslovaco Karol Beck, en marzo, los resultados no le habían acompañado. Pero había trabajado intensamente en su resto y llevaba a sus espaldas muchos entrenamientos específicos con el saque. "Son los dos detalles en los que más hemos trabajado", reconoce. En una sesión es fácil verle encadenar al menos diez saques dentro de los límites: "Estoy sacando muy bien y me siento cómodo con el resto. Además, estoy en el torneo que más me gusta".

Sin embargo, lo que más parece haber cambiado en su juego es su mentalidad. "Es lo más importante", afirma López; "y la cuestión es que pueda mantener la cabeza tan clara como hasta ahora en el próximo partido".

Hewitt es el objetivo. Un jugador que siente un gran respeto por este español que rompe moldes y cuya imagen se diferencia en todos los aspectos de la de sus compañeros. "Mi mayor experiencia contará poco. Puede que en algún punto concreto López esté más nervioso. Se halla muy fuerte y lo ha demostrado con dos grandes partidos ante [el ruso Marat] Safin y [el croata Mario] Ancic. Ha sabido controlar sus nervios muy bien", advierte el australiano, campeón en 2002.

Tanto para Roig como para Vilaró, la cuestión es que López siga creyendo en sus posibilidades desde el principio hasta el final. "Está jugando a un gran nivel y tiene armas para ganar", asegura Vilaró; "pero debe ser capaz de mantener su esquema de juego y su cabeza fuerte en todo momento. Hewitt es más sólido en el juego de fondo. Pero Feliciano puede aguantarle. Además, debe ser más agresivo para buscar la red. A cinco mangas, siempre te llegan oportunidades y debes saber cogerlas". López luchará para sí mismo, para su sueño, sin pensar en los buenos augurios de Roig y Tiriac.

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