El nuevo estatuto y la definición de Galicia, principal discrepancia

El giro galleguista en los últimos años del PSdeG que, por ejemplo, señala en su programa electoral que "el vehículo de expresión natural de la identidad gallega es la lengua gallega" ha reducido mucho las diferencias con el BNG, que también ha acercado su discurso al de los socialistas al moderar sus exigencias nacionalistas. Sin embargo, las dos tradiciones políticas muy diferentes de las que provienen ambas formaciones se dejan traslucir con las reformas del Estatuto que proponen, un asunto que ha pasado totalmente desapercibido en la campaña y que, sin embargo, tendrá una gran importancia, según las previsiones, durante la legislatura.

El BNG, en los principios ideológicos que rigen este grupo de formaciones desde su fundación, señala que "Galicia es una nación y por tanto tiene derecho a su autodeterminación política, que ha de concretarse en una alternativa de soberanía nacional. El pueblo gallego tiene derecho a ejercer el poder constituyente". El líder del BNG, Anxo Quintana, insistía en una entrevista reciente con EL PAÍS en que su formación, a la que se compara con ERC, "no es independentista". Sin embargo, parece evidente que los socialistas, en este momento, no llegan a reconocer el derecho de autodeterminación, y tal vez pudieran tener algún problema con la definición de Galicia.

Emilio Pérez Touriño sostiene que los gallegos no tienen problemas de identidad, que el ser gallego y el idioma no suponen un conflicto que divida porque para la mayoría ese sentimiento se expresa también siendo español. "No nos preocupa el ser, sino el estar", insiste. Sin embargo, en el BNG no tienen tan clara esta conexión.

De hecho, en el texto que los nacionalistas utilizarán de base para el nuevo estatuto se lee: "Debe fundarse en la voluntad libre y democrática de la ciudadanía gallega. En el derecho a decidir nuestro futuro. En la voluntad del pueblo gallego del ejercer el autogobierno de Galiza, a través de instituciones y políticas propias, en el seno de un estado plurinacional y de una Europa de los pueblos".

Los socialistas y el BNG tienen también algunas discrepancias menores sobre las competencias a exigir y el ritmo con el que deberían ser transferidas, y algún punto sobre la nueva organización territorial que se pretende dar a la comunidad, pero de carácter menor.