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El propietario de Pickman se personará en el proceso contra el anterior dueño

Portes cree que Ruiz de Alda falsificó loza de La Cartuja desde que vendió la empresa

Reyes Rincón

El actual dueño de la fábrica de cerámica Pickman, que comercializa la marca La Cartuja de Sevilla, denunciará al anterior propietario de la empresa, Álvaro Ruiz de Alda, por incumplimiento de contrato y un supuesto delito contra la propiedad industrial. Emilio Portes, que compró la sociedad en diciembre de 2003, aseguró ayer que desde hace un año tenía indicios de que se estaban comercializando con su marca productos que no eran producidos en sus instalaciones.

Emilio Portes denunció el pasado mes de mayo ante la policía judicial de la Guardia Cicil de Sevilla la supuesta falsificación de productos de la marca La Cartuja. Según explicó ayer, el contrato de compra que firmó en diciembre de 2003 con el entonces dueño de Pickman, Alvaro Ruiz de Alda, incluía todos los activos de la compañía, desde el uso de la marca a los inventarios de sellos, matrices, diseños y moldes, así como los restos de productos de temporadas anteriores o las piezas que en ese momento estuvieran a medio elaborar.

Tras la denuncia de Portes, la Guardia Civil puso en marcha la operación salsera que se saldó el pasado martes con la intervención de alrededor de 750.000 piezas supuestamente falsificadas en la fábrica de loza San Claudio de Oviedo, propiedad de Ruiz de Alda. En las instalaciones asturianas la Guardia Civil encontró también matrices, moldes y cajas de embalaje idénticas a las originales. Asimismo, la tienda ubicada en la misma fábrica de San Claudio vendía directamente al público productos de tres decorados distintos de La Cartuja a precios muy inferiores a los que Pickman tiene en el mercado. Según Portes, las vajillas completas que su empresa comercializa por 600 euros se vendían por 225 en la fábrica de Oviedo.

Hasta que vendió Pickman, Ruiz de Alda comercializaba y producía los productos de La Cartuja y los de San Claudio. El actual dueño de Pickman dice sospechar de que el anterior propietario falsificó la marca desde "el mismo momento" en que se desprendió de ella y de que algunos proveedores habituales de La Cartuja "han proveído a San Claudio para que venda los mismos calcos". "Una trama así necesita colaboradores", aseguró Portes, quien anunció que, cuando avance la investigación que lleva a cabo el Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo, denunciará también a los proveedores y a los dueños de establecimientos que vendieron los productos "a sabiendas de que eran falsos".

Portes explicó que al hacerse cargo de la compañía cambió su estrategia de mercado. Prescindió de los distribuidores mayoristas y del equipo de venta que simultaneaba las dos fábricas y decidió dirigirse "directamente" al llamado mercado de detallistas (tiendas de decoración, de menaje y joyerías). Para ello creó la figura de establecimiento colaborador, un distintivo que identifica a las tiendas que venden La Cartuja y cuyo distintivo debe estar a la vista del público. Portes cifró en 1.500 los establecimientos colaboradores con los que Pickman cuenta actualmente en todo el país.

Según la Guardia Civil, el precio en el mercado del material incautado en la fábrica de San Claudio el pasado martes alcanza los 7,2 millones de euros. No obstante, Portes advierte de que aún no se ha podido cuantificar el dinero que ha dejado de ingresar Pickman debido a las ventas de piezas falsificadas. Asimismo, el dueño de la empresa subrayó también el "daño" que ha podido suponer para la imagen de la marca el que sus productos se hayan vendido en mercadillos, así como el que se haya comercializado con su nombre piezas que "no cumplen los estándares de calidad" de Pickman. La loza intervenida en Oviedo, según Portes, tiene defectos en la pasta y los esmaltes y menor resistencia que las de La Cartuja, aunque resulta " complicado" diferenciar a la vista las falsas de las originales.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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