Otro sueño para Sevilla
El sábado 25, señor Alcalde, acudí curioso a contemplar el espectáculo de ritmo brasileño que Carlinhos Brown, por obra y gracia de Movistar y del Ayuntamiento que usted preside, nos ofrecía a todos los sevillanos en nuestra Avenida de La Palmera.
¡Qué espectáculo de música, ritmo y solidaridad contemplaron mis ojos!, ¡Qué sincretismo de culturas!, ¡Qué bendita globalización! Miles de chavales, satisfechos y felices ocupaban La Palmera y las calles aledañas. Una multitud jubilosa, entre 15 y 25 años de media, pertrechada de whisky, ron, ginebra, vino, daba colorido a la marcha. Se palpaba la libertad y la alegría en aquella muchachada que en expresión de los derechos de igualdad aliviaba desenfadada sus vejigas urinarias contra todo muro, pared o árbol que encontraba
Uno, que va a afrontar la cincuentena, decidió apartarse de aquel alegre tumulto.
Cuando calculé que había terminado el espectáculo, volví a recorrer la avenida. ¡Qué eficacia de los servicios de limpieza! No podía imaginar la diligencia con que Lipasam eliminaba las toneladas de inmundicias depositadas en el suelo.
Enhorabuena, señor Alcalde, a usted y a Movistar. No haga caso del posible tono crítico de esta carta, seguro que las 200.000 personas que acudieron al evento salieron felices. No le preocupe que personas como yo, que le han votado en las dos últimas elecciones, empecemos a cuestionárnoslo. Seguro que los miles de jóvenes que votarán por primera vez en las próximas municipales y que acudieron al espectáculo lo harán por usted, por haber hecho posible el "sueño" de semejante botellona.
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