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Reportaje:LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

La crónica oficial del 11-M, según el Congreso

Los grupos parlamentarios votarán esta semana en pleno unas conclusiones que avalan la tesis de que la matanza de los trenes fue perpetrada por islamistas sin ayuda ni colaboración de ETA

El Congreso de los Diputados aprobará esta semana las conclusiones de la investigación en torno a los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid, en los que murieron 191 personas y resultaron heridas más de 1.800. En la tarea han participado comisionados de todos los grupos parlamentarios, quienes durante meses escucharon el testimonio de los principales responsables de las fuerzas y cuerpos de seguridad que trabajaron en la investigación de las explosiones de los trenes y de los gobernantes del PP que gestionaron aquella crisis. Lo que sigue es un resumen de esas conclusiones:

"El día 11 de marzo de 2004, jueves, se produjeron una serie encadenada de explosiones que tuvieron lugar entre las 7.37 y las 7.40 en diferentes puntos de la línea de ferrocarril Cercanías de Madrid que discurre por el área topográfica conocida como el corredor del Henares, ocasionando 191 muertos y más de 1.800 heridos.

"En la realización de los atentados participaron de forma directa más de 10 personas"
"No debe existir la más mínima duda respecto a que los autores eran radicales islamistas"

- Más de 10 autores materiales del atentado. En la realización de los atentados del 11 de marzo participaron de forma directa y con diferentes funciones más de 10 personas. La red terrorista que está detrás es más amplia, sin embargo no se podrá determinar con precisión cuántas personas la componen hasta que no acaben las investigaciones judiciales, cuyo cometido es propiamente la fijación de los hechos.

Hasta ahora, sabemos que siete presuntos terroristas fallecieron en el atentado suicida de Leganés, otros permanecen detenidos y, finalmente, otros o no están completamente identificados o se encuentran en paradero desconocido y con orden internacional de busca y captura.

Un grupo importante de los presuntos terroristas, los ejecutores materiales de los atentados y los que planificaron y dirigieron las actuaciones, proceden de Marruecos, aunque también hay personas originarias de Túnez, Siria, Egipto, Argelia y Arabia Saudí. También hay un grupo de personas españolas imputadas por colaboración con banda armada con motivo de la obtención y entrega de los explosivos con los que se cometieron los atentados.

- La documentación de los terroristas extranjeros. De 43 de los implicados en el 11-M no consta permiso alguno en vigor, cinco no aparecen en los archivos españoles, 28 tenían residencia permanente, dos residencia temporal, 30 contaban con trabajo y residencia en nuestro país, ocho tenían un familiar residente en la UE, dos contaban con tarjeta de estudiante y uno tenía su solicitud de renovación para residencia y trabajo en trámite.

- La religión de los terroristas. Los autores materiales del atentado y sus colaboradores más cercanos profesaban la religión islámica; practicaban una religiosidad extrema, muchas veces de forma privada y ocultando en el entorno social ajeno al grupo su fanatismo religioso. No debe existir la más mínima duda respecto a que los autores de los atentados del 11-M eran radicales islamistas seguidores ideológicos de la yihad.

- Reivindicación. La reivindicación de los atentados a través de un vídeo depositado en una papelera próxima al tanatorio de la M-30, el fax enviado a la redacción del diario ABC a las 18.05 del 3 de abril, el comportamiento de siete terroristas en el atentado suicida de Leganés, su capacidad y conocimientos tecnológicos para el montaje de explosivos y el propio modo de operar de los terroristas a la hora de matar son datos incontrovertibles que apuntan a la autoría internacional islamista, con independencia de la participación episódica de delincuentes comunes, españoles o extranjeros, en la adquisición y venta del explosivo y de los detonadores utilizados en la matanza.

El comportamiento de los terroristas al tiempo de inmolarse por la "causa santa" una vez acorralados por la policía el 3 de abril en el número 40-1º izquierda de la calle de Martín Gaite de Leganés evidencia, igualmente, que se trataba de un grupo de personas organizado imbuido de radicalismo religioso y dispuesto a hacer el máximo daño posible a un país occidental.

- Coincidencias con otros atentados. El análisis de los atentados terroristas del 16 de mayo de 2003 en Casablanca (Marruecos), en combinación con otros ejecutados días antes, el 12 de mayo en Riad (Arabia Saudí), permite establecer un conjunto de características singulares, coincidentes en operaciones inspiradas por Al Qaeda: uso de artefactos explosivos, células islamistas integradas por nacionales del país con conexiones en el exterior, ataques simultáneos y coordinados, acciones suicidas y objetivos occidentales. En los atentados de Madrid se ha producido una adaptación a la realidad española, aun siendo la táctica seguida esencialmente la misma.

- Planificación. Sarhane el Tunecino busca medios y gente para realizar la misión que habían decidido: atentar en España como reacción a la posición al conflicto de Irak. Se junta con el grupo de Jamal Ahmidan, consiguen los explosivos y reúne un grupo con gente de varios de los grupos participantes. A la célula se unen algunos elementos que habían quedado de las desarticulaciones de otras células en España (Allekema Lamari), unidos por su odio a España y al mundo occidental, a quienes contactaron gracias a sus relaciones en grupos semejantes de la red norteafricana. Los datos ciertos que tenemos sobre las personas que idearon y ejecutaron la masacre de Madrid conducen a pensar que, directa o indirectamente, tenían una relación estrecha con la yihad internacional o, al menos, una profunda simpatía hacía la misma".

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