"Wimbledon será siempre mi objetivo"

Hacia el final del mes de junio Feliciano López parece florecer. No es el calor, ni el buen tiempo. Es simplemente que llega el torneo de Wimbledon y sobre la hierba británica el toledano, de 23 años (33º mundial), encuentra la atmósfera idónea para alcanzar su plenitud tenística. Aunque su temporada no ha sido brillante -lo mejor fueron las semifinales de Marsella y los cuartos de final de Estoril-, en la catedral, Feliciano ha alcanzado ya los octavos de final y hoy se enfrentará al croata Mario Ancic, semifinalista el año pasado y décimo cabeza de serie, buscando un puesto para los cuartos de final. No es el único español que alcanza esta ronda en los últimos años, Juan Carlos Ferrero también está ahí. Pero López es el único que ha llegado tres veces.

"No me molesta que los medios se dediquen a Nadal; hay pastel para todos"

"He madurado y estoy preparado para ganar a Ancic y alcanzar los cuartos de final"

Pregunta. Llega a Wimbledon y parece transformarse.

Respuesta. Es un torneo especial para mí, es cierto. Hay algunos que por diferentes motivos se te dan bien. Y a mí eso me ocurre en Wimbledon.

P. ¿Cambia su mentalidad cuando pisa esta hierba?

R. Es el torneo que desde pequeño he soñado ganar. Y eso hace que me sienta más motivado que en otras partes.

P. ¿Por qué Wimbledon y no Roland Garros, como suele ocurrir con los jugadores españoles?

R. Quizás por mi tipo de juego. O porque Wimbledon es distinto a cualquier otro Grand Slam. Por algo es el más prestigioso del mundo. Para mí sería increíble hacer algo aquí, y más siendo español, porque desde Manuel Santana nadie ha conseguido ganar.

P. Tuvo un inicio difícil, pero luego en la tercera ronda superó a Marat Safin de una forma que invita al optimismo.

R. Es cierto. Los principios siempre son duros. No tuve un buen día, pero saqué el partido adelante . En segunda ronda cogí mucha confianza . Y el viernes ante Safin alcancé mi mejor nivel de juego. Creo que hice un partidazo.

P. Ante Safin demostró una madurez que no se le había visto hasta ahora.

R. Al margen de que técnicamente jugué muy bien, mi cabeza aguantó todo el partido. Creo que he madurado. Los años te van dando experiencia y te ayudan en este sentido. Ahora hay situaciones en los partidos que afronto con más tranquilidad.

P. ¿El objetivo ahora es traspasar los octavos de final, en su tercer intento? ¿Éste será el año?

R. Creo que sí. Estoy preparado. Pero Ancic no va a regalarme nada. En Wimbledon es un especialista, pero sé que puedo sacar el partido adelante.

P. Su trayectoria es irregular, tiene muchos altibajos.

R. Es por mi carácter y mi tipo de juego. Necesito una motivación altísima para dar lo mejor de mí mismo. Sin embargo, todos los jugadores pasamos rachas. Este año empecé muy bien, pero a raíz de la eliminatoria de Copa Davis contra Eslovaquia tuve un pequeño bajón y una pérdida de confianza de la que ahora me estoy recuperando.

P. ¿Tanto le afectó perder aquel partido contra Karol Beck?

R. Más que por el hecho de perder, me afectó porque todos hicimos un gran esfuerzo para preparar bien la eliminatoria y sacarla adelante. Sacrifiqué una semana de descanso cuando necesitaba un parón y, encima, no obtuve recompensa. Todo estaba yendo bien hasta aquel momento, y de repente todo se vino abajo.

P. ¿Le gustó que Nadal estuviera en su palco en el partido contra Safin?

R. Sí. Rafa es un ejemplo. Lo he hecho también yo algunas veces. Se agradece que te den el apoyo cuando lo necesitas.

P. ¿Qué le parece Nadal como jugador y como persona?

R. Como tenista es un fenómeno. Lo que ha hecho este año es muy difícil de igualar con 19 años. Como persona es muy sencillo. No se le sube para nada el éxito a la cabeza. Va a seguir siendo el mismo gane uno o siete Roland Garros. Tiene los pies en el suelo. Ha recibido una educación buenísima desde pequeño y su entorno le ayuda a ser buen jugador y una gran persona.

P. ¿Le molesta el hecho de que los medios se hayan explayado con él, olvidando a veces a los demás jugadores?

R. Ni mucho menos. Cada uno tiene su momento. Hay pastel para todos.