El Gobierno insiste en que usará el Estado de derecho para acabar con la violencia

El Gobierno reiteró ayer su condena del último atentado de ETA en Madrid y reclamó a la organización terrorista el cese definitivo de la violencia. También insistió en que el Estado de derecho sigue funcionando con la misma intensidad de siempre y que la presión policial y judicial sobre ETA no cesará hasta que la banda desaparezca definitivamente de la escena. El Partido Popular condenó también el atentado y aprovechó para reclamar de nuevo al Ejecutivo que no dialogue con la banda: "No cabe ningún tipo de diálogo con los que coaccionan y ponen bombas", insistió.

El Gobierno no quiso entrar en más disquisiciones sobre las causas de este último atentado de ETA y se limitó a referirse a su voluntad de acabar con la banda. Fuentes socialistas atribuyen esta nueva aparición a la "necesidad de la banda de reivindicar su presencia y lanzar el mensaje a la sociedad de que no está derrotada".

Esta acción de ETA es la sexta desde que el Congreso aprobó, en mayo, la declaración parlamentaria a favor de un final dialogado de la banda, sin pagar un precio político y con el previo cese definitivo del terrorismo. También se produce, como viene sucediendo desde hace dos años y un mes, sin víctimas mortales.

Pero las fuentes gubernamentales consultadas resaltan también que el atentado se ha perpetrado el mismo día en que Juan José Ibarretxe fue proclamado lehendakari en la Casa de Juntas de Gernika y a tan sólo 10 días de la proclamación de la candidatura olímpica para 2012 en la que compite la ciudad de Madrid. "Está clara la necesidad de ETA de tener una presencia en un momento en que se producen acontecimientos importantes en la vida política vasca y nacional", señalan las fuentes socialistas consultadas.

Este atentado, según las mismas fuentes, abunda en la estrategia que adoptó ETA de mantener su presencia, a través de la vía de los atentados, pero sin llegar al asesinato que le llevaría a perder toda expectativa de un final dialogado con el Gobierno. Con ello, según las mismas fuentes, se ratifica también que se está ante "un proceso largo y complejo en el que la banda trata de mandar sus mensajes y al que hay que responder con contundencia en la medida que utiliza la violencia". Desde el PSOE se insistió además en que "todas las fuerzas políticas y sociales deben seguir trabajando unidas y sin fisuras en ese objetivo prioritario".

El PP condenó el atentado y reclamó de nuevo al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que no dialogue con la banda. "No cabe ningún tipo de diálogo con los que coaccionan y ponen bombas", mantiene el PP. El primer partido de la oposición reitera su defensa de la política del Pacto Antiterrorista como la "más eficaz" contra "una banda que el único mensaje que conoce es el de las bombas y el de atentar contra la libertad de las personas". Esa política, según el PP, es que se perseguirá a ETA "hasta su derrota definitiva desde la ley, la cooperación internacional y la eficacia de las fuerzas de seguridad del Estado". El partido que encabeza Mariano Rajoy insiste en que "no procede ningún tipo de diálogo ni ofrecimiento ni precio a quienes coaccionan, siembran el miedo y desafían el Estado de derecho".

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, reiteró su "compromiso de seguir combatiendo a ETA con total determinación". "Las Fuerzas de Seguridad del Estado van a seguir trabajando con firmeza hasta conseguir la desaparición definitiva de ETA", afirmó.

Tregua "definitiva"

El coordinador general de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, condenó el atentado y reafirmó la voluntad de su partido de avanzar en la mesa de diálogo propuesta por el lehendakari, si bien advirtió de que para ello Batasuna debe condenar la violencia y ETA declarar una tregua "definitiva y total". Asimismo reclamó la "unidad de las fuerzas políticas democráticas" y la ampliación del pacto antiterrorista, tal y como señalan las conclusiones de IU para la comisión parlamentaria de investigación del 11-M.

Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró que "ETA sólo sabe causar el terror para doblegar la voluntad de los demás", y recordó también que este atentado se produce a menos de dos semanas de la elección de la ciudad que albergará los Juegos de 2012, y horas después de que Ibarretxe pudiera jurar su cargo "gracias al apoyo de los que, precisamente, no condenan nunca las acciones de ETA". La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) manifestó su "más rotunda condena" del atentado, "que muestra a las claras la nula voluntad de los asesinos de dialogar. Una vez más los hechos nos demuestran que el diálogo con los terroristas sólo provocará nuevas víctimas".