Los iraníes eligen hoy a su presidente en un clima de polarización
El integrista Ahmadineyad y el pragmático Rafsanyani se disputan la jefatura del Estado
Irán elige hoy entre dos candidatos a la presidencia. El ex presidente Alí Akbar Hashemí Rafsanyani se presenta como un liberal ante el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad. Dentro y fuera del país hay voces que desacreditan el proceso. Nunca antes el electorado iraní ha estado tan polarizado ni el resultado ha sido tan imprevisible. De él dependen el destino de las reformas iniciadas por Mohamed Jatamí y las delicadas relaciones con Occidente.
Los partidarios de uno y otro apuraron las últimas horas de la campaña, durante la madrugada de ayer, para llenar las ciudades con sus pasquines y octavillas. En Teherán, envalentonados por el inesperado éxito de su candidato, los seguidores de Ahmadineyad subieron hasta el norte de la ciudad, un feudo reformista, para distribuir su propaganda. Por primera vez, en la plaza de Vanak aparecieron carteles con la imagen del ex alcalde de la capital. A las nueve de la mañana de ayer se inició la jornada de reflexión.
Rafsanyani, por su parte, parece haber sentido el efecto Ahmadineyad y, en un giro de su campaña, consagró a los más desfavorecidos su último espacio electoral televisado, el miércoles por la noche. Conocedor de las críticas conservadoras a sus proyectos económicos, ofreció a cada familia iraní 100 millones de riales (unos 9.000 euros) en acciones de las empresas estatales que se privaticen, a devolver en 10 años sin intereses. Además, prometió 700.000 riales mensuales a las mujeres con familias a su cargo.
Según todos los analistas, el éxito de Ahmadineyad se debe en buena medida a haber centrado su campaña en los más pobres. El candidato que quedó en tercer lugar, Mehdi Karrubí, también proponía un salario social garantizado de 500.000 riales al mes para todos los mayores de 18 años. Oficialmente, 6 millones de iraníes viven por debajo de la línea de pobreza, pero cálculos extraoficiales elevan esa cifra hasta los 15 millones. Para esos sectores, las libertades personales, que fueron el eje de la campaña del reformista Mostafa Moin, suenan a música celestial.
Las encuestas locales, que ya fallaron estrepitosamente en la primera vuelta de los comicios, predicen ahora resultados muy ajustados a favor de uno u otro candidato. Reformistas, liberales y laicos han unido fuerzas en apoyo de Rafsanyani. Incluso los cinco candidatos perdedores se han alineado con el ex presidente. Pero no está claro que sus votantes les sigan."Rafsanyani no es una opción", declara Reza, que conduce un taxi, "ya gobernó durante ocho años y lo único que hizo es enriquecerse y colocar a sus hijos y al resto de su familia". Reza, de 55 años y con recuerdos de tiempos mejores previos a la revolución, en absoluto es el prototipo de votante de Ahmadineyad.
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