Rafsanyani trata de movilizar el voto de los jóvenes iraníes
La música sonaba a todo volumen y el auditorio de la Escuela Técnica de la Universidad de Teherán estaba a rebosar ayer. Sólo las pancartas que agitaba el millar de estudiantes recordaban el carácter político de la reunión, el primer mitin electoral de Alí Akbar Hashemí Rafsanyani, el candidato en el que tanto ellos como una buena parte de la sociedad confían para frenar al ultraconservador Mahmud Ahmadineyad. "Los partidarios de Moín, contra el avance del fascismo, votaremos a Hashemí", era su mensaje.
La presencia de Rafsanyani, que hasta ahora se había limitado a recibir a representantes de las fuerzas vivas en su residencia de Yamarán, es un signo de la preocupación que ha cundido en su equipo ante la segunda vuelta de las presidenciales. Los universitarios, 1,2 millones en todo el país, son el sector más politizado de una juventud que supone el 55% del electorado. El día anterior, el principal sindicato estudiantil, la Oficina para la Consolidación de la Unidad, decidió abandonar su boicoteo a las elecciones y apoyar al ex presidente, "ante la amenaza del totalitarismo".
Rafsanyani entró en el auditorio precedido de vítores y aplausos. Sonriente y con aspecto relajado, extendió sus brazos hacia los asistentes, en su inmensa mayoría chicos, en señal de agradecimiento. "Vamos a votarte para evitar el fascismo", coreaban reforzando el mensaje de las pancartas. Y sin duda, debió de notar que en ellas aparecía una foto suya sin turbante, un claro mensaje que se reforzó cuando, tras la obligada lectura de unos versículos del Corán, le cantaron un himno nacionalista previo a la revolución islámica.
Mitin en la universidad
Es seguro que el veterano político sabía dónde se metía cuando aceptó la propuesta de acudir a la universidad, pero los estudiantes no se mordieron la lengua. "Queremos que termine la supervisión del Parlamento
[por el Consejo de Guardianes], que se ponga en libertad a los presos políticos, que el presidente acabe con las limitaciones a la prensa y que haya libertad de expresión", leyó un representante, que tampoco olvidó pedir justicia social y vías de participación política para los estudiantes.
"Me habían advertido de que empezaría a recibir críticas a partir del sábado, no las esperaba tan pronto", encajó con una sonrisa Rafsanyani. El ex presidente optó por el viejo y seguro recurso de recurrir a la amenaza exterior para pedir la participación en las votaciones y que se eviten los enfrentamientos. "Os pido que estéis atentos porque hay países, Estados Unidos entre ellos, que esperan revueltas y contradicciones que acaben con los logros de la Revolución Islámica".
El mitin fue uno de los muchos actos organizados por el frente de rechazo que han formado moderados, reformistas y muchos independientes de la sociedad civil, alarmados ante el empuje del hasta ahora alcalde de Teherán y ganador inesperado de la primera vuelta de las presidenciales.
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