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Un prusiano en el banquillo del Getafe

Schuster firma por una campaña y se desliga de las proezas de su antecesor, Quique Flores

José Marcos

"Quique y yo no pensamos igual en el fútbol, él tiene sus cosas y yo las mías. por eso el equipo, poco a poco, tendrá otra cara... Vamos, que jugaremos de otra manera". Así, desligándose de inmediato del pasado más cercano, se presentó por una temporada con opción a otra el nuevo entrenador del Getafe, Bernd Schuster, el alemán que llevó a la RFA a conquistar la Eurocopa de 1980 y al que el presidente del Levante, Pedro Villarroel, despidió del banquillo valenciano por su "carácter complicado". "Si llovía yo también tenía la culpa", dijo entonces Schuster (Ausburgo, 45 años), condenado por la caída en picado de los azulgrana, que pasaron de tontear con los puestos europeos a hacerlo con los de Segunda. El desastre se consumó en la última jornada para beneplácito del Mallorca, con Schuster en el paro un mes antes.

Dos semanas de margen se había dado el propietario del Getafe, Ángel Torres, para elegir al reemplazo de Quique Flores, ahora en el Valencia, que a base de talante y buen juego dejó al equipo madrileño, en su debut en Primera, clasificado en la mitad de la tabla. "Coger un equipo recién ascendido es una labor difícil, pero mantenerlo este año sería difícil incluso para el mismo entrenador", restó trascendencia Schuster, a quien "no preocupan las comparaciones porque no se pueden evitar". "Lo que vivimos el otro año con el Valencia fue tremendo, entre la salida de Rafa Benítez y luego Ranieri, y sobre todo cuando por medio hay un entrenador que ha tenido éxito", sentenció a modo de ejemplo.

El sustituto de Quique debía reunir cuatro condiciones indispensables: ser joven, trabajador y a ser posible ex jugador de renombre. "Por eso, por su trayectoria y a sabiendas de que va a ser un año muy difícil, Schuster es el hombre ideal para nuestro proyecto", recalcó el presidente del Getafe. Después de dos semanas intensas, de una reunión en otra en hoteles de cinco estrellas, al final resultó decisiva la experiencia del bávaro en los banquillos. "No hubo ningún casting, se nos han ofrecido muchos entrenadores pero yo tan sólo quería contrastar mi decisión con la afición y con la opinión pública", desdijo Torres, que aseguró que nunca tuvo "dudas" sobre el fichaje del teutón. Lo cierto es que desechó por segundo año consecutivo a Michel, su favorito y con quien inició la ronda de negociaciones, convencido por sus asesores de los riesgos que tenía confiar en alguien poco o nada curtido, pese al buen resultado de Quique Flores.

El nuevo entrenador, que también dirigió al Shakhtar Donetsk, al Xerez y al Colonia, mostró su alegría por quedarse en España cuando no se lo esperaba. Tanto que se había ido de comentarista a la Copa Confederaciones en Alemania. "Estaba mentalizado para buscar algo fuera, con tantos entrenadores de más años y éxitos que yo en el mercado, el tema estaba complicado", se sinceró.

Recién llegado a un club donde el presidente impera de similar manera que Villarroel en el Levante, Schuster se mostró muy relajado. "Aquí hay otra filosofía, ya lo noté en las conversaciones del año pasado, muy agradables", dijo serio. "De hecho el Getafe estuvo más tiempo en puestos de descenso que el Levante, y la tranquilidad que hubo aquí para trabajar no tuvo nada que ver con los problemas que tuvimos allá", aprovechó para desquitarse. En cuanto a sus aires prusianos, Torres les ve el lado bueno. "Cada cual [Villarroel y el ex jugador de Atlético, Real Madrid y Barça] tendrán su parte de culpa por lo que pasó, pero Bernd siempre da la cara por el vestuario".

Schuster no se desmarcó de la línea oficial -"lo más importante para el Getafe es conseguir la permanencia", repitió a la vera de Torres- y prometió un fútbol vistoso. "Los resultados son importantes, pero debemos hacer disfrutar al público", expuso. De momento, con "el 80% del grupo" ya decidido por Torres, lo que le preocupa es influir en las últimos contratos. Con las altas del atacante Paunovic -"ya me gustaba cuando entrenaba al Xerez"- y Luis García, portero del Zaragoza, busca el modo de convencer al Madrid y al Valencia de que les cedan a sus cachorros más ilustres. "Espero que Butragueño nos dé algo; le pides un jugador e igual te da un champú", confió irónico.

Schuster, durante su presentación en Getafe.
Schuster, durante su presentación en Getafe.EFE

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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