Más sobre Robert Capa

La magnífica exposición de Robert Capa (1913-1954) sobre la Guerra Civil en España, presentada en el Museo Reina Sofía en 1999, parecía haber tocado techo sobre el trabajo realizado por este mítico fotoperiodista en nuestras tierras. Lo cierto es que las 205 fotos donadas a la institución con motivo de este evento son de una calidad y un interés simbólico difíciles de igualar. No obstante, el trabajo de los investigadores siempre ofrece nuevos frutos. Es el caso de Lolo Rico y Manuel Fernández Cuesta, que descubren nuevas facetas del autor en las imágenes guardadas hasta ahora en Archivo Histórico del Partido Comunista de España (PCE).

El trabajo se presenta en el libro Fotógrafo de guerra. España 1936-1939, publicado por la editorial Hiru. Las fotografías vienen todas ellas comentadas y la mayor parte de ellas se atribuyen a Capa. No obstante, en el prólogo se deja bien claro que algunas de ellas pueden ser de su compañera Gerda Taro, muerta durante la contienda, y de su amigo David Seymour conocido por el apodo de Chim. Estas confusiones surgen de envíos conjuntos de negativos a las revistas y agencias para la que trabajaban. Quizás también, porque en algunos momentos, entendiesen su colaboración como un equipo donde todo se aglutinaba bajo una firma, circunstancia poco excepcional si consideramos el escaso significado que todavía tenían sus firmas. La única referencia clara de la autoría está en la sombra que ocasionalmente proyecta el fotógrafo sobre la imagen cuando recibe el sol por su espalda. Fuera como fuese los investigadores plantean las dudas para posibles aclaraciones venideras.

Las fotografías del libro se reparten en cuatro bloques. El primero de ellos es el más largo y está dedicado a Hombres y mujeres. Las escenas son de lo más variopintas. Corresponden a situaciones de lo más dispar. Se encuentran momentos de la batalla de Teruel; los republicanos en el frente del Ebro, con una curiosa imagen nocturna de unos soldados reparando un puente; manifestaciones y desfiles de antifranquistas en las calles de Madrid; el batallón femenino de Rosa Luxemburgo o la brigada motorizada del Frente de Levante junto a mujeres en un lavadero de ropa. Luego vienen Los niños. Solos o acompañados son protagonistas y observadores notables de los acontecimientos que les rodean. Vehículos y transportes es un apartado donde se establece un catálogo de coches, camiones, motocicletas, carros de combate, barcazas fluviales o animales de carga empleados en la contienda. La Propaganda se centra en fotos de pancartas y carteles. Finalmente se concluye con Muerte y destrucción donde se evocan los desastres de la guerra.