Una avería causada por las obras de la M-30 deja a 60.000 clientes sin luz

Una excavadora de la compañía OHL, que trabajaba en las obras de reforma de la M-30 en el distrito de Chamartín, causó ayer a las 11.39 la rotura de una línea de alta tensión (132.000 voltios), lo que dejó sin servicio eléctrico a 60.000 clientes de Iberdrola en el norte de la ciudad, según explicó ayer un portavoz de la eléctrica.

"Al picarse el cable, se ha producido fuego en la galería y ha quemado otras dos líneas próximas", precisó Iberdrola. La avería dejó sin servicio las subestaciones de San Felipe y Chamartín. Esta última está situada en la calle del Bambú, 4, frente al tramo del túnel de Pío XII que está siendo reformado dentro del proyecto de remodelación de la M-30. Fue en este punto, cerrado al tráfico desde el pasado noviembre, donde comenzó el fuego.

Pero como las llamas también afectaron a un área de pasto que rodea la subestación de Chamartín, los servicios de Emergencias del Ayuntamiento creyeron que el fuego había comenzado en este recinto. Sin embargo, varios testigos explicaron que el incendio comenzó en la zona de la avenida de Pío XII cerrada por las obras. "La excavadora estaba trabajando allí. De repente salió una llamarada amarilla inmensa. La explosión levantó la máquina excavadora metro y medio", explicó Juan Manuel, portero de una urbanización situada frente a la subestación. Él estaba en ese momento junto al semáforo que queda frente a las obras, en la avenida de Pío XII, y pudo ver el inicio del incendio. "A uno de los obreros casi se le cae encima la máquina", agregó.

Iberdrola precisó que el corte de suministro afectó a la totalidad de sus clientes de Chamartín y Tetuán, pero también a otros puntos de la ciudad. Se quedaron sin servicio los edificios del entorno de la Castellana, desde la plaza de Castilla a Cuzco, así como numerosos puntos del Parque de las Avenidas, el barrio de la Concepción y las calles de Bravo Murillo, Alberto Alcocer, Diego de León y Francisco Silvela, entre otras.La Concejalía de Urbanismo, responsable de las obras de remodelación de la M-30, abrió ayer una investigación para conocer las causas del accidente.

Según fuentes municipales, el cable de alta tensión dañado está formado por un cableado eléctrico, envuelto en un aceite refrigerante que, según su análisis, habría sufrido una fuga al tocar una máquina de la obra algún punto del cable. Al perderse la cámara de refrigeración, el cable eléctrico estalló. Las mismas fuentes apuntaban a fallos en el control de seguridad de Iberdrola, que no se percató de que el aceite de refrigeración de un cable de alta tensión estaba perdiendo presión, lo que habría permitido cortar el suministro antes de que comenzara el fuego.

El subdirector general de los bomberos, Medardo Tudela, explicó ayer que la central recibió el primer aviso a las 11.43. Cuando llegaron al lugar, se encontraron con que ardía el pasto que rodea la subestación de Chamartín y pudieron apagarlo de inmediato. "Estando ya aquí, las dotaciones han oído un chispazo y han visto gran cantidad de humo que salía de las obras", agregó.

Ante lo aparatoso de las llamas, los bomberos optaron por bajar a la galería -"situada en la zona más superficial del túnel de Pío XII, en la que hay una cantidad importante de cables"- por la que transita el cable dañado y comenzaron a atacar el fuego desde el interior, pero también por el exterior, para bajar la temperatura.

Hecho esto, consiguieron acceder a la galería e inundarla de espuma, para apagar las llamas. Sobre las dos de la tarde lograron extinguir el incendio y media hora después quedó restablecido el tráfico en la avenida de Pío XII. Sólo hubo dos heridos leves: un trabajador, que sufrió un ataque de ansiedad, y un bombero, con un golpe de calor.

En cambio, el cable dañado tardará una semana en ser reparado, según Iberdrola. "La reparación será lenta y costosa en tiempo, gente y dinero", explicó. Ayer la compañía dedicó a más de 1.000 empleados en los trabajos para garantizar el suministro, que a las siete menos cuarto de la tarde ya recibían el 99% de los hogares afectados. Sólo quedaban unos 50 clientes situados en el entorno del lugar de la avería.

Hora y media después del incidente, ya había vuelto la luz al 30% de los establecimientos y hogares afectados y a las tres de la tarde, la recibía el 97%, según Iberdrola. "Hemos conseguido proporcionar un suministro alternativo, a través de las demás instalaciones", explicó su portavoz.

Y recalcó: "Llevamos muchos años diciendo que estamos preocupados por las obras en toda la Comunidad de Madrid. Es la principal causa de averías importantes de la empresa y la segunda en una semana, también por cables picados a causa de las obras, pues ya tuvimos otra en la subestación de Mirasierra".

La empresa anunció que pedirá "responsabilidades" a la empresa OHL, que realiza las obras en el túnel de Pío XII, ya que le habían proporcionado "con anterioridad los planos de las conducciones eléctricas subterráneas, como es habitual en cualquier obra de este tipo".

El portavoz de Iberdrola precisó que exigirá una reparación económica, "aunque el daño en la imagen ya no puede repararse". Y continuó: "Nos hace mucho daño, porque, en la Comunidad, Iberdrola tienen la mejor calidad de suministro de toda España".

OHL analiza lo ocurrido

Desde OHL un portavoz lamentó "el corte de la línea de alta tensión" y aseguró que la compañía está analizando "cómo se ha podido producir el accidente", en una obra que ejecuta dicha empresa.

El incidente era la gota que colmaba el vaso de la paciencia de los vecinos de la zona, que se decían hartos de los cortes de luz y agua que les están provocando las obras de reforma de la M-30.

"Y en el cartel informativo dice que todavía quedan 30 meses", apostilló Ricardo, que vive en el edificio de la esquina de la calle de la Hiedra y desde su ventana tenía una buena perspectiva del lugar del accidente. "Decir que estamos hartos, es poco. El otro día tuvimos un escape de gas en el mismo punto y estuvimos tres cuartos de hora sin suministro. El Ayuntamiento toma a los ciudadanos por imbéciles", decía con vehemencia.

Otro de sus vecinos agregó: "En estas obras primero pican, luego rompen y después vienen a arreglarlo".

La portavoz municipal de IU, Inés Sabanés, achacó "a las prisas electorales del alcalde" el accidente de ayer. "Si no son apagones por la rotura de un cable, son socavones o riesgos para algunos inmuebles; si no se arrasa con los árboles; todo sea porque el señor alcalde, por encima de las medidas de precaución y seguridad exigibles en una obra de esta magnitud, antepone su retos a la calidad de vida de los vecinos".