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Columna
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Desierto

Según el diccionario de Manuel Seco, "un desierto es un lugar que no está habitado o que no hay gente; una región muy árida carente total o casi total de vegetación y de habitantes". Hay quién lo vive de cerca y lo describe como muy bello y fertilizador del pensamiento, porque el pensar brota en la soledad mejor que en la algarabía y no debe haber mejor soledad que la sentida frente a la inmensidad del desierto. De todos modos, si es enriquecedor para una visita o incluso una temporada, no parece antojable ni deseable para afincarse y vivirlo. Aunque se piense menos.

Creo que los datos que ha dado la Consejera de Medio Ambiente sobre el peligro de la desertización de Sevilla, que ha resultado ser tan árida y con el mismo riesgo que Almería, es una verdad objetiva porque José Guirado afirma que la evolución desde el 2004 ha sido terrible, porque no hay más que ver el mapa de Europa con casi toda España, salvo una fina zona del norte, del color de arena, y también porque ya estamos notando los cambios climáticos y sabemos que Bush ha mentido respecto a la opinión de los expertos que sí consideran al planeta en peligro. A pesar de todo estamos tranquilos porque no creemos en esa posibilidad a corto plazo, estamos seguros de que nosotros no veremos al Sáhara desperezado hasta instalarse en la ciudad. Yo no lo veo tan claro, pero aunque así sea y no nos importe lo que les ocurra a generaciones venideras, sí nos debe preocupar sufrir los primeros síntomas de calor y sequía aun más graves de lo que ya conocemos: ese sofocante andar de día por las calles y encontrarse el coche ardiendo y soñar con pasarse el día frente al aire acondicionado; y ojalá que no tengamos que restringir el consumo de agua y que no se pierdan las cosechas.

El remedio tendría que ser global, con todos los países de acuerdo, que no es nada fácil porque puede ser algo así como una revolución industrial; pero, mientras eso llega o no llega, algunos países ya colaboran en el proyecto de las Naciones Unidas, y nosotros, como ciudad, también podríamos hacer algo contaminando menos, fomentando energías alternativas, plantando muchos árboles y prohibiendo que los talen. Si el desierto no tiene habitantes y además nosotros no estamos acostumbrados a pensar ¿dónde nos podríamos marchar?

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