Los reformistas iraníes apoyan a Rafsanyani en la segunda vuelta
El ex presidente pide el voto contra el extremismo de su rival ultraconservador
Sacudidos por los resultados de las elecciones del viernes, los reformistas iraníes anunciaron ayer su respaldo a Alí Akbar Hashemí Rafsanyani para evitar un eventual triunfo del ultraconservador Mahmud Ahmadineyad en la segunda vuelta de las presidenciales. Ambos candidatos desplegaron todos sus esfuerzos para conseguir apoyos. Los colaboradores de Rafsanyani se unieron al coro de quienes ven en el ex alcalde de Teherán la encarnación del totalitarismo.
"Pedimos a todas las fuerzas favorables a la libertad, la democracia y los derechos humanos que no se queden paradas y vayan a votar para impedir que nuestro país caiga en la trampa del talibanismo y el totalitarismo", solicita el comunicado difundido anoche por el Frente de Participación, la agrupación política del reformista Mostafá Moin. La Organización de los Combatientes de la República Islámica, el otro gran grupo que respaldó su candidatura, y el tercer candidato más votado, el hoyatoleslam Mehdi Karrubi, también anunciaron su apoyo a Rafsanyani en la segunda vuelta electoral, que previsiblemente se celebrará el próximo viernes.
El editorial del reformista Sharq ya proponía ese frente común a primera hora de la mañana. "Podemos considerarle un arrogante y criticar que antepusiera el desarrollo a la democracia, pero ahora Rafsanyani es la única opción para preservar ésta", defendía. El texto comparaba la situación con la que vivió Francia hace tres años, cuando todas las fuerzas políticas se unieron contra Jean-Marie Le Pen.
"Os pido que paréis el extremismo con vuestra participación en la segunda vuelta", manifestó anoche Rafsanyani. Consciente de que le separan menos de 500.000 votos de su rival, hizo "un llamamiento a formar una coalición nacional y trabajar por la reconciliación para formar un gobierno". Con anterioridad, a través de uno de sus colaboradores, se había hecho eco de las denuncias reformistas de que el ex alcalde utilizó a la milicia de los basiyis (voluntarios revolucionarios) para movilizar el voto y había pedido el apoyo de los reformistas, laicos y conservadores moderados, para hacer frente a las "tendencias militaristas".
El inesperado éxito del Ahmadineyad ha causado conmoción en los sectores prorreforma que dividieron su voto entre la abstención, Karrubi, Moin y Rafsanyani. Aunque este último no cuestiona el gobierno del clero, algunos optaron por votarle por considerar que su influencia dentro del sistema era la única que podía desbloquear el atasco político en el que ha terminado la experiencia reformista de Mohamed Jatamí. Ahora, se ha convertido en la última esperanza para frenar a los ultras antioccidentales.
"Debemos formar un frente antifascista", clamaba ayer uno de los ideólogos de primera hora del reformismo, Hamid Reza Yalaipur, que tras el cierre de los sucesivos periódicos que ha editado, ha vuelto a su cátedra en la universidad. En la calle el sentimiento era similar. "No voté el viernes, pero ahora voy a hacerlo sin falta", admitía con gesto un tanto culpable Leyla, una joven secretaria temerosa de tener que volver a los guardapolvos negros y los pañuelos ajustados. Tras su llegada a la alcaldía de Teherán, en 2003, Ahmadineyad insistió en que las empleadas municipales respetaran un estricto código vestimentario.
Pero otros siguen desconfiando de ese ayatolá barbilampiño cuya longevidad política no está exenta de polémica. "No hay ninguna diferencia y no pienso votar", declara Alí Akbar, un joven profesional. La misma actitud reiteraron ayer el disidente Hashem Aghayarí y la premio Nobel Shirín Ebadí, dos del medio millar de intelectuales que a mediados de mayo pidieron el boicoteo a las elecciones.
Mientras tanto, el hombre que ha creado todo este revuelo adoptó una actitud conciliadora. En una carta a los cinco candidatos descalificados les dio las gracias por haber "creado entusiasmo en torno a la elección" y les tendió la mano junto a todos aquellos "que quieran trabajar por el pueblo", según informó la agencia ISNA. Pero además de la previsible ausencia de Moin y Karrubi, el conservador Mohamed Qalibaf también anunció que no le apoyaría y anoche se esperaba que tanto él como Alí Lariyaní (otro conservador) se reunieran con Rafsanyani.
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