_
_
_
_

Louise Lecavallier y Marie Chouinard imponen en Venecia su danza creativa

Tras el impacto dado en el tercer festival de danza contemporánea de la Bienal de Venecia por las chinas Gao Yanjinzi y Luo Lili, le ha tocado ayer y anteayer el turno a dos canadienses ya consagradas y maduras: Louise Lecavallier con Cobalt-Rouge y Marie Chouinard con Body remic / Goldberg variations. Chouinard ya no baila, coreografía y hace las fotos; Lecavallier sigue en escena, ritualizada bajo las influencias de Robert Wilson.

En ambas el espíritu transgresivo de décadas pasadas ha dado paso a la ampulosidad manierista de las grandes producciones. No hay más que recordarlas en festivales madrileños hace 15 años: Chouinard con sus solos de animalística fantástica y Lecavallier como musa de Edouard Look en La human steps. En ellas adquiere sentido el lema de esta bienal: Body attack, aunque también se puede hablar de cuerpo vulnerado o tenido en cuenta sólo como usufructo temporal; un disfrute que sacrifica la intención y hasta la altura estética y moral de los espectáculos, que reduce con los brillos tecnológicos las esencias posibles y necesarias en toda obra de arte escénica que se considere viva.

Lecavallier viene con tres performers, uno de ellos japonés, y juega a la diva: maquillada de blanco, con un traje que la hace ser una princesa en ruinas de Kurosawa, moviéndose con esa belleza andrógina y desafiante. La base electroacústica y el clarinete de Yannick Rieu ayudan al hechizo.

Chouinard sigue inmersa en ese neosurrealismo que la hace ser irónica con el ballet, los tutús y las zapatillas de punta, que hace usar hasta a los hombres. Ayudados los bailarines por bastones de esquí, un taca-taca y muletas crean figuras complejas y plásticas; el discurso va siempre ligado a la fantasía, el accesorio es una prolongación de ese incubo al que redime cierto humor. La banda sonora, obsesiva y dura, con un Glend Gould que habla de sí mismo y fragmentos de sus legendarias Variaciones Goldberg, completa el cuadro.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_