"No quería ganar así mi primer gran premio del año", dice Schumacher
"No puedes decirle a la gente que salga a correr cuando la compañía que les da las ruedas [Michelin] les dice que no puede competir con ellas". Bernie Ecclestone, patrón del Mundial de fórmula 1, ya sabía antes de que comenzara la carrera lo que iba a ocurrir: que sólo seis bólidos de tres escuderías -Ferrari, Jordan y Minardi- tomarían la salida. Valorar los efectos de la retirada de 14 monoplazas, sin embargo, quedó para los pilotos. "Ha sido un gran premio un poco extraño", dijo Michael Schumacher, que ganó la prueba compitiendo contra cinco coches y fue abucheado por parte del público cuando subió al podio. "No era así como quería ganar mi primer gran premio del año, pero no es mi culpa que haya tenido que competir contra Rubens [Barrichello, su compañero de equipo] porque los demás no hayan participado: he ganado 84 grandes premios en mi carrera y puedo permitirme ganar uno extraño", añadió.
Quienes sí lamentaron no competir fueron varios de sus compañeros:"Esto va a dejar un sabor amargo en las bocas de los aficionados durante mucho tiempo", dijo David Coulthard, piloto del equipo Red Bull. "Francamente estoy avergonzado de haberme visto implicado en una situación así", continuó el piloto. "Es un día muy triste para el mundo del motor y de las carreras. La realidad es que gente adulta no ha sido capaz de ponerse de acuerdo para sacar adelante este show".
Frustración
Como Coulthard, tampoco estaba contento Jarno Trulli, piloto de Toyota, que había conseguido la pole position en los entrenamientos del sábado. "[La retirada] es una gran frustración para todo el equipo, para los pilotos y para el mundo de la fórmula 1 en general, especialmente cuando ha ocurrido delante de los seguidores estadounidenses", explicó. "Pero no podíamos evitar esta situación: estábamos en peligro y lo sabíamos. Estaba claro que los pilotos que llevábamos neumáticos Michelin no podíamos correr hoy [por ayer]", sentenció. Nadie estaba contento en Indianápolis, ni siquiera Paul Stoddart, director de la escudería Minardi, la única que decidió tomar la salida de la carrera junto a Jordan y Ferrari: "Esto no es una carrera, es una farsa", dijo antes de que los dos bólidos de su escudería rodaran sobre el asfalto. Frank Williams, director de la escudería Williams, temblaba al analizar los efectos que la retirada puede tener sobre el GP de Estados Unidos. "La fórmula 1 ha quedado dañada hoy, muy dañada, quizás irrevocablemente, en Estados Unidos", dijo. "Los equipos están muy tristes. Es algo terrible. Esta situación nunca debía haber acabado así". Rubens Barrichello, piloto de Ferrari y segundo ayer, también se mostró preocupado: "La fórmula 1 ya no tenía una buena imagen en EEUU y esta carrera no lo va a arreglar", dijo. Los equipos que utilizan neumáticos Michelin emitieron un comunicado conjunto pidiendo disculpas a los espectadores y lamentando no haber encontrado solución alguna al problema.
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