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Crítica:PEUGEOT 1007 1.4 2 TRONIC SPORTY | PRUEBA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un ciudadano muy cómodo y sofisticado

En un mercado tan competitivo como el del automóvil hay pocos coches nuevos que sorprendan, aunque algunos lo logran con soluciones imaginativas. El 1007 no estrena nada que no se haya visto ya, pero impacta por su originalidad, convence cuando se utiliza y provoca una pregunta poco habitual en el sector: ¿cómo no se le había ocurrido a nadie hacer algo así?

El modelo francés es un utilitario innovador que no inventa nada nuevo, pero reúne por primera vez en un solo modelo muchas soluciones que hasta ahora se habían ofrecido por separado en coches más grandes: puertas correderas, cambio manual sin pedal de embrague, airbag de rodilla... Añade una línea con personalidad, una calidad de conjunto notable y un equipo de seguridad completísimo. El resultado es un coche visionario que hace más cómodo y agradable el uso diario. No es el más barato, pero justifica su precio: desde 13.450 euros.

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Mínimo esfuerzo

Un monovolumen con estilo

El 1007 es en teoría la versión monovolumen del Peugeot 107 que se acaba de presentar, aunque tiene una imagen muy diferente. Inaugura las nuevas siglas con dos ceros en el medio que distinguirán a las carrocerías especiales de la marca y es un coche original que aplica las soluciones más apropiadas para reforzar sus virtudes urbanas. El diseño de la carrocería, con las puertas correderas y mucha altura, facilita el acceso: se abren y cierran con el mando a distancia, un detalle muy práctico si se llevan las manos ocupadas. Y la altura disponible evita agacharse al entrar, una solución siempre cómoda, en especial para los más mayores.

Aparte de su sentido práctico, presenta un aspecto vanguardista e incluso coqueto que despierta la curiosidad cuando se abren las puertas. Tiene unas medidas compactas, aunque es más grande de lo que parece: 3,73 metros de largo. Pero, a pesar del diseño monovolumen y la desproporción entre altura y longitud, la línea no resulta pesada. El frontal con los faros rasgados, el lateral con los raíles de las puertas a la vista y su elaborada zaga aportan un aspecto moderno y sofisticado que le distingue de sus rivales. Además, esta buena impresión se confirma con una carrocería muy rígida y una aerodinámica eficiente (CX: 0,31), que reflejan su calidad.

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Práctico y desahogado por dentro

Aunque está homologado sólo para cuatro plazas, la posición y flexibilidad de los asientos y la dotación de huecos para objetos confirman al 1007 entre los mejores utilitarios. Delante tiene unas butacas altas y generosas que permiten ir sentado con comodidad. Y atrás, la banqueta se desplaza en longitud para aumentar el espacio para las piernas o el maletero. Destaca sobre todo la cantidad de huecos disponibles, algunos muy originales: cofres en el piso y en los apoyabrazos traseros, repisas en el salpicadero, cajones debajo de los asientos y todo lo habitual.

El 1007 añade una calidad de acabado notable, que se aprecia en la solidez y comodidad de las suspensiones al absorber los baches y en la insonorización. Aplica materiales vistosos para ofrecer un ambiente cuidado y acogedor.

Tres motores y siete 'airbags'

El nuevo Peugeot se ofrece de momento con tres motores: 1.4 (75 CV) y 1.6 (110 CV) en gasolina y 1.4 HDi (70 CV) en gasóleo, todos con cambio manual de cinco marchas, y los dos primeros, con un secuencial opcional. Hay tres acabados, Urban, Dolce y Sporty, pero todos incluyen un equipo de serie que marca la diferencia: siete airbags (uno de rodilla para el conductor) ABS, ESP, elevalunas delanteros y puertas laterales eléctricas, ordenador de viaje...

Conclusión

El 1007 es un utilitario diferente con soluciones inéditas que hacen más cómodo el uso diario, sobre todo en ciudad. Tiene un diseño moderno con puertas correderas, un interior práctico y cuidado, y un buen comportamiento. Incluye un equipo de serie en seguridad que le distingue, y aunque es caro, justifica lo que cuesta.

El 1007 presenta un frontal original, con unos faros grandes y el escudo de la marca destacado en el centro. En cambio, la altura de la carrocería descompensa un poco las proporciones.
El 1007 presenta un frontal original, con unos faros grandes y el escudo de la marca destacado en el centro. En cambio, la altura de la carrocería descompensa un poco las proporciones.ENRIQUE BROOKING

CALIDAD Y FUNCIONALIDAD

El interior del 1007 muestra su planteamiento como coche pequeño y práctico con aspiraciones elitistas. Destaca el salpicadero, con plásticos vistosos y aparentes, y el diseño elaborado del volante, que tiene un tacto muy agradable e integra por detrás las levas para accionar el cambio secuencial. Las tapicerías son muy agradables y se pueden cambiar y lavar. En cambio, la consola central es un tanto pobre y no está a la altura del resto. El pequeño Peugeot estrena unas puertas correderas eléctricas que constituyen su aportación más llamativa. Aparte de facilitar mucho el acceso, en especial a las personas mayores, resultan muy prácticas cuando se aparca en batería y hay poco espacio libre para entrar o salir. Son muy prácticas en el uso cotidiano porque se abren y cierran sin el menor esfuerzo con un motor eléctrico que se acciona desde el mando a distancia de la llave o pulsando un botón en el interior. Por lo demás, las plazas traseras llevan la banqueta bastante alta y dejan mucho espacio libre para las piernas, incluso para poder alojar a pasajeros de gran estatura. Además se pliegan por partes y se desplazan 23 centímetros en longitud para ampliar la capacidad del maletero, algo justo en la posición normal (178 litros). La zaga del 1007 es muy cuadrada e integra el portón formando un ángulo recto que descompensa un poco la figura, pero el diseño es moderno y original.

PEQUEÑO Y MUY FUNCIONAL

El 1007 es un utilitario diferente con pocos rivales equivalentes porque incluye soluciones sofisticadas como el cambio secuencial y un equipamiento muy completo en seguridad: siete airbags, ABS y ESP. Entre las alternativas más elaboradas en modelos de su tamaño, sólo el Lancia Ypsilon tiene unos precios claramente más asequibles. Cuesta 2.000 euros menos, pero viene sólo con cuatro airbags y el ESP se paga aparte (600 euros). Con el Honda Jazz y el Renault Modus pasa casi lo mismo porque, aunque cuestan casi igual y son también muy prácticos por dentro, el equipo de serie en seguridad es similar al del Lancia y muy inferior al que incluye el Peugeot.Por encima del 1007, la alternativa más exclusiva es el Mercedes Clase A, pero tiene un precio 2.300 euros superior y, aunque incluye el ESP, sólo viene con cuatro airbags. En contrapartida, la versión A 150 aporta mejores prestaciones, sobre todo en aceleración, y permite afrontar los viajes con más desahogo.

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