El Ejecutivo replica a ETA que el único comunicado que acepta es el de su final

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, respondió ayer que "el único comunicado que quiere comentar el Ejecutivo es aquel en el que ETA anuncie que deja de matar, que deja de extorsionar, que abandona definitivamente la violencia". Fernández de la Vega añadió que "el Gobierno sigue trabajando contra la banda terrorista como siempre, con los mismos medios y con los mismos instrumentos". Fue la respuesta del Gobierno, tras el Consejo de Ministros, al último comunicado de ETA, publicado en la edición de ayer de los diarios vascos Gara y Berria.

La banda difundió ayer un comunicado en el que ofrece la posibilidad de diálogo como salida al problema de la violencia, pero sin mencionar el abandono de las armas que le exige el Gobierno para abrir ese proceso. ETA asume nueve atentados recientes y advierte: "Mientras continúen cerradas las puertas al reconocimiento de los derechos de Euskal Herria y al respeto a la decisión de los vascos, seguiremos luchando sin cesar hasta abrir nuevas oportunidades".

La respuesta oficial de Fernández de la Vega a este comunicado de ETA se ajustó a las condiciones que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, puso a la banda para abrir el proceso de diálogo, ratificado en la resolución parlamentaria de mayo. Pero, pese a que el comunicado etarra no responde a las exigencias del presidente del Gobierno ni del Congreso, no existía ayer un clima de pesimismo en La Moncloa, donde en las últimas semanas ya había asumido que no habría, a corto plazo, un comunicado de ETA renunciando a la violencia.

"El comunicado de ETA no debe sorprender. Responde a la lógica de la banda. Una ETA que no está dispuesta a dialogar por no dar una imagen de rendición. Practica una liturgia hacia el final de la violencia, en una fase terminal. Y estamos también ante una ETA que practica una violencia contenida", señalaban ayer fuentes socialistas, en alusión a que la banda no ha cometido asesinatos en dos años y a que el comunicado viene a confirmar esa tendencia.

Asamblea de Anoeta

El Gobierno tiene asumido, a su vez, que todos los procesos son distintos y éste es aún más singular porque "responde a una fase distinta, terminal" de la banda. "No estamos ahora ante procesos de diálogo claros como fueron el de Argel, de 1988, y el de Suiza, de 1999, en los que ETA declaró una tregua y posteriormente se abrió un proceso de diálogo entre la banda y el Gobierno", señalan fuentes gubernamentales.

Tampoco ha sorprendido al Gobierno la exigencia política de ETA de autodeterminación. La banda señala en su comunicado: "La clave para la resolución del conflicto reside en la autodeterminación; que la palabra y la decisión le corresponde a Euskal Herria, que nuestro futuro lo decidiremos los vascos, es un concepto cada vez más aceptado". Pero junto a ello, ETA asume las propuestas de la asamblea de Anoeta, de noviembre pasado, de la ilegalizada Batasuna, en las que planteaba la canalización por vía política del llamado "conflicto vasco". "Son políticas sincronizadas, en las que la banda terrorista admite que la interlocución política corresponde a Batasuna", señalan fuentes gubernamentales.

Ante este panorama, las mismas fuentes estiman que el "proceso será largo y que puede prolongarse durante meses, en los que habrá nuevos comunicados y pronunciamientos de ETA".

El Gobierno no se da por aludido a la referencia que ETA hace al Pacto Antiterrorista. "En el Congreso se tocaron las campanas de muerte para el Pacto Antiterrorista. Con su disolución ha evidenciado el fracaso de la política de ilegalización, que ha sido superada política y socialmente", dice el comunicado.

El Ejecutivo, según aseguró ayer su vicepresidenta primera, mantendrá su política antiterrorista, con su presión policial y judicial sobre la banda. Fuentes socialistas añadieron que "ETA y Batasuna tienen una espada de Damocles sobre sus cabezas y es que saben que si la banda mata a alguien, se acabó todo".

ETA señala también en su comunicado que el artefacto explosivo que estalló el 15 de mayo en Industrias Gabilondo de Elgoibar iba dirigido contra la empresa José Lazpiur, cuyo director general, Miguel Laspiur, será el próximo presidente de la patronal vasca Confebask.

Bronca en Vitoria

Por otra parte, una moción presentada por Ezker Batua sobre el diálogo con ETA provocó ayer un airado enfrentamiento en el pleno del Ayuntamiento de Vitoria entre los concejales del PP y del PSE, informa Eduardo Azumendi.

La moción, similar a la aprobada por el Congreso en mayo, propició un acalorado debate en el que el teniente de alcalde, Javier Maroto (PP), acusó al PSE de cambiar su política y dilapidar el sacrificio de las víctimas. "Lo peor del cambio de los socialistas es que el esfuerzo de las víctimas del terrorismo es absolutamente en vano". Esa declaración soliviantó al portavoz del PSE, Patxi Lazcoz, quien anunció que Maroto nunca más será interlocutor con los socialistas en ningún tema.

Cuando Maroto inició su turnó de réplica, los concejales socialistas se marcharon del pleno y al regresar se cruzaron insultos con los ediles del PP. El alcalde, Alfonso Alonso, tuvo que suspender el pleno para calmar el ambiente. Tras la trifulca, Alonso admitió que los ediles de ambos partidos no habían estado a la altura de lo que se debe esperar de un político.