Protesta a las puertas de la consejería

Ni Jessica ni los 30 restantes alumnos del colegio de educación especial La Unión del Vedat de Torrente tuvieron clase ayer por la mañana. Se desplazaron con sus padres y profesores a las puertas de la Consejería de Educación hartos de esperar la firma del convenio que aporta los fondos necesarios para el funcionamiento del centro y que se retrasa desde principios de año. "No hemos cobrado nada desde enero", se lamentaba la directora del colegio, Carmen del Río, "una cosa es que el convenio se retrase varios meses, pero lo que no puede ser es que se alargue la espera ocho o nueve, como pasa todos los años".

El colegio lo gestiona la Mancomunidad de L'Horta Sud junto a la asociación de padres Prodefit pero los fondos parten de Educación. El convenio principal, que provee fondos para los sueldos de los 14 profesionales, el pago de Seguridad Social y los gastos de funcionamiento (luz, agua y teléfono) asciende a 432.000 euros. Junto a este hay otro de transporte y comedor de 96.000 euros. Ninguno de los dos se ha firmado aún, de forma que los pagos se cubren con una póliza de crédito de la asociación de padres y el dinero que adelanta la mancomunidad. "Los profesores cobramos cuando cobramos y pasamos dos o tres meses en limpio", apunta Del Río.

La situación no es nueva. La firma del convenio suele producirse en junio o julio por lo que los fondos del primer cuatrimestre llegan en septiembre u octubre. Es relativamente frecuente que desde el colegio se amague con convocar protestas, una medida que suele bastar para que Hacienda libre el dinero si ya se ha firmado el acuerdo. Si esta medida falla, se convoca la manifestación, como ya ocurrió hace cinco años.

Cansados de que no se resuelva esta situación y ante la falta de respuesta de los escritos remitidos a la consejería, ayer volvieron a presentarse a las puertas de Educación para reclamar la firma, que se libre "urgentemente" el 33,3% de los fondos y que los próximos años se firmen "en un tiempo prudencial o que se adelanten subvenciones a la espera de la firma". Además, reclamaron el sostenimiento del 100% del servicio de comedor y del transporte escolar para poder hacer dos rutas y reducir el excesivo tiempo que pasan en el autobús.

La consejería justificó ayer el retraso en que la fórmula del convenio tiene unos procedimientos administrativos "más lentos que el régimen de conciertos por el que funcionan los demás centros de educación especial, por lo que este colegio presenta una especial problemática". Al ser un centro público, explicaba ayer la directora, "no tenemos la opción del concierto, reservada para los privados". El secretario autonómico de Educación, Máximo Caturla, que se reunió con una representación de profesores y padres, anunció que en el plazo de dos o tres semanas "se procederá a la firma del convenio de los gastos de funcionamiento" y respecto a los gastos de transporte y comedor "se ha pedido [al colegio] que justifique estos gastos para poder adelantar el 60% antes de finalizar el verano".

Mientras Caturla se veía las caras con sus profesores, Jessica, que tiene 14 años y ajena al encuentro, se desplazaba con su silla de ruedas eléctrica por el césped que tapiza el acceso a la consejería. Otros de sus compañeros que, como ella, pueden moverse por si mismos, repartían folletos con un mensaje muy claro: "Firma del convenio ya".