"Todo esto será difícil sin un cuerpo especial de jueces"

La decisión de la Corte Suprema argentina ha abierto serias dudas sobre cómo se desarrollará en la práctica la medida de acabar con la impunidad de los crímenes cometidos durante la dictadura militar. "Aquí hay importantes interrogantes que tendrán que ser resueltos por el mismo tribunal", advirtió en Buenos Aires el director para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco. "Para empezar va a haber que distinguir entre los casos que ya han sido juzgados de aquellos que fueron paralizados y va a haber que decidir sobre la retroactividad o no de una medida que afecta a hechos cometidos hace 30 años".

Para Vivanco es fundamental que, aparte de un sustento legal como el proporcionado por la Corte Suprema, existan medios necesarios para el esclarecimiento de la verdad. "Es muy difícil que esto se consiga sin un cuerpo especial de jueces dedicados exclusivamente a trabajar sobre casos de derechos humanos", destacó. "De lo contrario los problemas en las investigaciones pueden generar frustraciones adicionales".

Otra de las incógnitas que ha generado el fallo de la Corte Suprema es si el actual mandatario, Néstor Kirchner, puede o quiere derogar los indultos que el ex presidente Carlos Menem otorgó a los miembros de las diferentes juntas militares que gobernaron el país durante la dictadura y que fueron condenados a cadena perpetua. Ayer el jefe de Gabinete de Kirchner, Alberto Fernández, aseguró en declaraciones a la emisora Radio Continental desconocer las intenciones del presidente, pero apuntó a que no está claro si jurídicamente Kirchner podría revocar un indulto.

El autor del indulto a los jefes militares —dictados en 1989 y 1990—, Carlos Menem, defendió ayer en la citada emisora la medida y aseguró que gracias a ellos "se pudo pacificar el país". Menem, en plena campaña electoral para las legislativas de octubre, reivindicó su gestión sobre el asunto.